Por Edmundo Casas, director y cofundador de Kauel.
Emprender es una odisea. Un camino lleno de retos, altos y bajos, e incertidumbre. Sin embargo, en este trayecto hay algo que jamás debe perderse de vista: aquello esencial en nuestra vida. Aunque el emprendimiento requiere dedicación y esfuerzo, algunas áreas de nuestra vida, como la familia, no deben quedar en un segundo plano. Por eso, quiero compartir algunos consejos para quienes han decidido emprender, para que el equilibrio entre la pasión profesional y la vida personal no se desvanezca.
Lo más importante en la vida es aquello que amas. Ya sea una persona o un talento, debe venir hacia ti de manera natural. Es esencial cuidarlo y dejarlo libre para que fluya, sobre todo si es una persona.
1. Establece prioridades claras. Aunque pueda parecer obvio, en el fragor del día a día, es fácil olvidar qué es realmente importante. Las emergencias laborales, las presiones financieras o las expectativas de los inversores pueden hacer que perdamos de vista nuestras prioridades. Hay que recordar que el éxito profesional no compensará una vida personal desequilibrada. Tómate un momento, reflexiona y establece cuáles son esas prioridades inquebrantables en tu vida.
2. Aprende a decir “No”. Decir “no” no es un signo de debilidad, sino de claridad y de respeto por uno mismo. No puedes comprometerte con todo ni atender todas las demandas. Aprender a decir “no” te permitirá enfocarte en lo esencial y mantener el equilibrio entre tu emprendimiento y tu vida personal.
3. Diseña rutinas que fomenten el equilibrio. Establece horarios claros de trabajo y respétalos. Dedica tiempo a la familia, a las amistades, a ti mismo. Esto no solo mejorará tu bienestar emocional, sino que, paradójicamente, te hará más productivo y creativo en el trabajo.
4. No postergues las pequeñas alegrías. El emprendimiento es un camino largo. Si esperas lograr el “gran éxito” para empezar a disfrutar de la vida, te perderás de innumerables momentos hermosos. Celebra los pequeños logros, comparte con tus seres queridos, disfruta del camino.
5. Busca apoyo y delega. No estás solo en esto. Busca el apoyo de otros emprendedores, amigos, familiares o profesionales. No tienes que hacerlo todo tú mismo. Delegar responsabilidades te permitirá liberar tiempo y reducir el estrés.
6. Practica la autocompasión. Todos cometemos errores; es parte del proceso. A mí me ocurrió descuidar lo esencial en algún momento. Pero el autocastigo no es productivo. Reconoce tus errores, aprende de ellos y sigue adelante.
7. Reserva momentos para la reflexión. La meditación, la lectura o simplemente caminar y pensar son herramientas valiosas para mantenernos centrados y recordar lo que realmente importa.
En resumen, emprender es una aventura apasionante y desafiante. Pero al final del día, lo que verdaderamente cuenta es la calidad de nuestras relaciones, nuestros momentos compartidos, las risas, los apoyos en momentos difíciles.
El emprendimiento no debe ser una excusa para descuidar lo esencial en la vida, yo me equivoqué en eso por años, y agradezco el día iluminado, en que me di cuenta aún siendo joven. La verdadera riqueza no se mide en éxito empresarial, sino en las experiencias y amores que cosechamos en nuestro camino. Vivan una vida feliz, no tengan miedo a nada y cuiden a las personas que los aman y con esa energía infinita cosechen frutos en el emprendimiento.
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