Por Daniela Baytelman, CEO y cofundadora de easycancha.
Estos últimos meses han sido especialmente desafiantes para el ecosistema emprendedor, con una marcada contracción y dificultades para obtener el tan necesario capital. Aunque las rondas de financiamiento han aumentado, los montos están disminuyendo, lo que deja a muchos emprendedores luchando por sobrevivir.
Según datos revelados por Sling Hub, una plataforma para emprendedores e inversores, el pasado mes de mayo registró la peor situación en cuanto a financiamiento de startups en Latinoamérica desde julio de 2020, en plena pandemia. Sin embargo, en lugar de ver esta situación como una sentencia, creo firmemente que es una oportunidad de oro para replantear nuestras estrategias y construir modelos de negocios sólidos y sostenibles.
En ese sentido, el concepto del “break even” se convierte en una auténtica utopía para muchos emprendedores. Pero ¿Y si dejamos de verlo como un sueño inalcanzable y comenzamos a visualizarlo como un objetivo real? Alcanzar el punto de equilibrio no solo brinda estabilidad a nuestras empresas, sino que también envía un mensaje contundente a los posibles inversores de que estamos construyendo negocios responsables y exitosos.
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