Por Rocio Fonseca, directora de Emprende Tu Mente.
¡Vamos por más! ¡A comerse el mundo! ¡El cielo es el límite! ¡No pares! ¡A darlo todo! ¿Cuántas veces hemos escuchado, o nosotros mismos nos hemos dado esas frases de aliento para inyectarnos ánimo cuando estamos emprendiendo? Son frases potentes, que nos invitan a tener una mentalidad de crecimiento (o “growth mindset” según Carol Dewck), en donde potenciamos una actitud para el éxito. ¿Qué pasa si a este cóctel de motivación continua le sumamos largas horas de trabajo, presión por destacarnos, hacer algo único y crecer exponencialmente? ¿Cuánto ponemos en riesgo nuestro bienestar y salud mental, estando finalmente expuestos al burnout?
La data es al menos para pararse a reflexionar. El 2020 un estudio Endeavor detectó que “emprendedores tienen un 50% más de probabilidades de padecer afecciones de salud mental que aquellos empleados en relación de dependencia”. Y recientemente, en junio del 2023, BID Lab junto a The Wellbeing Project lanzaron el estudio “El factor invisible: Bienestar y salud mental para fortalecer el ecosistema emprendedor de alto impacto en América Latina y el Caribe” en donde destaca que el 64% de los emprendedores de alto impacto presenta niveles moderados de burnout, un 20% tiene claros síntomas de burnout severo y 3 de cada 10 emprendedores exhiben síntomas de malestar psicológico.
¿A qué se debe? ¿Cuáles son los factores que ponen en riesgo nuestro bienestar y salud mental? En el estudio del BID Lab, destaca en primer lugar con 73% la presión financiera o el levantamiento de capital, en segundo lugar, con 61% la presión para innovar, crecer y la situación económica del entorno, en tercer lugar, con 53% las largas horas de trabajo y finalmente con un 50% la presión por el éxito en ventas o la escalabilidad a nuevos mercados.
¿Cuáles son las consecuencias para nosotros y cómo afectamos a las personas que nos rodean? ¿Cuál es el efecto en nuestras familias y/o equipos de trabajos? ¿Cómo hacemos frente a esta realidad para seguir generando negocios con impacto pero al mismo tiempo nos preocupamos de encontrar un equilibrio con nuestra salud mental y bienestar?
Hay varios métodos y recetas, y finalmente todo depende de nuestra personalidad y gustos para enfrentar estos desafíos. En el estudio, el 84% de los entrevistados se apoyan en su estilo de vida (ejercitar, caminar, leer, dormir, escuchar música, comer más sano y/o reducir el consumo de cafeína, tabaco y alcohol), el 32% en sus conexiones sociales (por ejemplo, pasar tiempo con la familia, amigos, participar en grupos de interés temáticos o hobbies), el 30% siguen prácticas espirituales y religiosas; y un 27% realizan terapias o trabajo psicoterapéutico.
Si los emprendedores están bien, a los emprendimientos les irá mejor y sin lugar a dudas, el cielo será el límite ¿Cómo continuamos creciendo y fortaleciendo nuestro ecosistema cuidando esta variable crítica?
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