Thomas Contreras Gavilán | CEO & Founder MERA INN | CIO & Cofounder uMov
Emprender fuera de la capital chilena, Santiago, ha sido un desafío constante para muchos emprendedores, enfrentándose a una serie de dificultades únicas. Aunque las oportunidades de innovación florecen en regiones, la falta de recursos, el acceso limitado a financiamiento, el ecosistema, la gobernanza de empresas y la falta de toma de decisiones de empresas por ser matriz regional o islas que dependen de la capital y la escasa visibilidad que tenemos desde regiones, a menudo se interponen en el camino del éxito de cada emprendedor.
Desde mi experiencia personal, el viaje emprendedor comenzó con mi proyecto de título de mi carrera Informática Biomédica en 2017. Fue mi primera incursión en el emprendimiento, sin tener una comprensión clara de lo que estaba haciendo. Mi enfoque estaba en resolver un problema de salud con hardware y software, específicamente las lesiones por presión. Participamos en un torneo de innovación y, contra todo pronóstico, mi equipo y yo alcanzamos el podio, ubicándonos entre los tres mejores emprendimientos, no fue un mal comienzo.
Sin embargo, ese triunfo inicial no eliminó las dificultades. En aquel entonces, las mentorías y asesorías eran presenciales en la capital, con una duración de 3-6 meses y viajar constantemente se convirtió en una realidad y un elevado costo económico. A pesar de ser originario de Talcahuano, una comuna cercana a Concepción, mi verdadero desafío comenzó cuando regresé a la región con la intención de continuar emprendiendo.
Mi primer año estuvo marcado por el carente ecosistema local. Aunque la ciudad de Concepción es conocida, encontrar dicho ecosistema que había frecuentado en la capital, no existía. Me sumergí en las redes y eventos, pero la falta de un ecosistema consolidado me dejó sintiéndome solo y desorientado. La frustración se agravaba al tener que invertir tiempo y recursos significativos, viajando a Santiago en busca de conexiones valiosas para mi startup.
Este viaje inicial delineó las dificultades inherentes al emprendimiento regional. La falta de red local, sumada a la necesidad de viajar constantemente, se convirtió en un desafío significativo. Sin embargo, también demostró la resiliencia y determinación requeridas para superar las barreras regionales y destacar en el panorama emprendedor.
A medida que enfrentaba la soledad y la falta de conexiones en mi viaje emprendedor regional, el descubrimiento del HUB de EVERIS se convirtió en un punto de inflexión fundamental. Este espacio de coworking, completamente gratuito, se transformó en mi refugio diario. Era más que un lugar de trabajo; era un centro de convergencia para mentes innovadoras y aspirantes a emprendedores.
Lamentablemente y tras el cierre del HUB de EVERIS, la comunidad emprendedora regional se enfrentó nuevamente a la incertidumbre o al menos en mi caso. En ese momento crucial o en paralelo, surgió Casa W como un faro de esperanza para los emprendedores locales. Este coworking, con la opción de alquiler de escritorios, no solo representó una solución práctica, sino que también introdujo un modelo de apoyo único.
Desconocido para mí en ese entonces, el concepto de arrendar un escritorio en un espacio colaborativo demostró ser una transición perfecta. Casa W no solo ofrecía la infraestructura necesaria para el trabajo diario, sino que también mantenía la esencia comunitaria que tanto valoraba. El lugar, además de ser funcional, emanaba una vibra innovadora, acogedora y que, además, me permitió conocer a mi Cofounder, Pamela Salazar, CEO & Founder uMov, otra startup a la que pertenezco. (Ver entrevista a Pamela Salazar)
Este nuevo capítulo en mi travesía emprendedora, marcado por el paso de EVERIS a Casa W, destacó la resiliencia del ecosistema local. La adaptabilidad de los emprendedores y el apoyo continuo de espacios como Casa W evidenciaron la importancia vital de tales iniciativas en el desarrollo de comunidades emprendedoras sólidas en regiones.
Durante 2018 y 2019 marcó el final de mi primera incursión emprendedora, una startup que, lamentablemente, no prosperó. La inexperiencia, la falta de financiamiento, el ecosistema de innovación y los desafíos inherentes a la gobernabilidad en salud y procesos de innovación en salud regional fueron obstáculos insuperables en ese momento.
Este revés, lejos de ser un punto final, se convirtió en un punto de partida para una nueva oportunidad: MERA INN. Las lecciones aprendidas durante esos años de prueba y error se transformaron en cimientos sólidos para mi actual startup. La comprensión profunda de las complejidades regionales, la importancia de la gobernabilidad en proyectos de salud y la necesidad crítica de una innovación adaptada a la realidad nacional se convirtieron en las directrices que ahora impulsan a MERA.
El resurgimiento con MERA INN no solo representó una segunda oportunidad, sino también una reafirmación de mi compromiso con el emprendimiento regional. Las experiencias pasadas, aunque difíciles, se volvieron catalizadoras de una visión más clara y madura. Ahora, con más de 5 años de experiencia y conocimiento en Healthtech y Silver Economy, más una perspectiva renovada, busco no solo innovar en salud, sino también contribuir al desarrollo de un ecosistema emprendedor más fuerte y resiliente en mi región, siendo un referente en estas 2 verticales y que día a día lo voy logrando y actualmente apoyando a 5 Healthtech volcando todo mi red de contactos para evitar lo que me paso a mi en años anteriores, el cierre de mi startup.
MERA INN, encuentra sus raíces en la búsqueda de una respuesta más efectiva y humana a los desafíos de la atención en salud, particularmente para la población de adultos mayores institucionalizados en ELEAM o Residencias del Adulto Mayor. La necesidad surgió no solo de las carencias evidenciadas en el sistema de salud actual, sino también de mi experiencia personal en el fatídico incendio que consumió una residencia en 2018, donde se encontraba mi querida Abuela, se perdieron no solo bienes materiales, sino también información clínica invaluable que existía en formato análogo registrada por más de 5 años y no sólo ella, sino más de 50 familias.
La falta de eficiencia en la gestión clínica, combinada con la vulnerabilidad de la población de adultos mayores y la carencia de recursos, se convirtió en un llamado urgente para la innovación. Así es cómo nace MERA una pionera Ficha Clínica Electrónica exclusiva para la atención de personas mayores con analítica aumentada, que no solo mejora la gestión clínica, sino que también protege la integridad de la información médica, ahorra en un 70% los costos semanales en productividad, más de un 50% en ser más sostenibles con el planeta, modelos sociales para apoyar residencias de bajos recursos y convenios con el ecosistema Healthtech de Chile y privado de salud.
Desde el 2021, con un ecosistema visible, maduro, conectado y con apoyo articulador cómo el que genera Innwork Hub de Innovación en conjunto con el MadeInnConce, ambas presentes en el pasado ETM 2023, y liderados por Emilio Hernández, tengo la total convicción que emprender de regiones ya no será una excusa para encontrar el éxito, hay brechas claramente, sin embargo estás 2 grandes entidades lo harán mucho más fácil para todos en Concepción.
Tras salir al mercado con MERA en 2023, durante ese año se gestó un programa por IncubaUdeC, Endeavor Chile y Casa W, llamado “Startup Biobío” un programa con foco en internacionalización de startups con variados charlistas, talleres y presencia de grandes Founders y reconocidos de todo Chile y el Mundo, este fue el primer paso a visibilizar con otros ojos y extender el propósito de MERA a todo LATAM.
Fue así, que, en nuestra búsqueda por oportunidades en LATAM, descubrimos el programa «Pensar en Grande (PeG)», una iniciativa respaldada por el BID LAB, Endeavor Uruguay y Xenniors, centrada exclusivamente en startups de economía plateada en Uruguay. Postulamos y nos posicionamos entre las 15 principales startups de LATAM, obteniendo mentorías personalizadas de expertos latinoamericanos en innovación y Silver Economy.
Finalizando el programa, este nos seleccionó cómo startup destacada y el siguiente capítulo nos llevó a Colombia, donde, gracias a una colaboración entre Startup Factory España, la Incubadora de Negocios Incubar, Endeavor Uruguay y Pensar en Grande, nos sumergimos en un programa de aceleración. Al ganar la convocatoria, MERA se alzó como embajador de Talcahuano, Concepción y Chile, junto a una startup Argentina. Cómo premio… un Softlanding a escoger, España, México o Colombia apoyados por Pensar en Grande y el BID LAB.
Inicialmente nuestra elección será México como destino estratégico para nuestras pruebas piloto y una potencial distribución por ente colaborador de dicho país, aunque no descartamos irnos a por España que tiene un potencial enorme o Colombia con regulaciones similar a nuestro País con una tendencia en la Silver Economy.
Cada paso que he dado, desde las calles de Talcahuano y Concepción hasta la escena global, es una oda a la resiliencia del emprendimiento regional. Cada logro es más que un hito; es un testimonio vibrante de que las ideas que nacen fuera de la capital no solo pueden competir, ¡pueden deslumbrar a todo Latinoamérica y más allá!
Emprender desde regiones puede ser una travesía desafiante, sí, pero cada obstáculo es una oportunidad disfrazada. MERA, me ha enseñado y nos ha enseñado que no hay límites para lo que se puede lograr, incluso cuando el punto de partida es fuera de la gran capital. Mi mensaje es claro: ¡no dejen que la distancia los detenga! Por eso, te invito a ti, emprendedor(a) valiente, a unirte a esta revolución regional. Activa tu ecosistema local, conecta con otros soñadores, y juntos hagamos que la innovación florezca en cada rincón de nuestras amadas regiones de Chile. 💪🚀