Por Cristian Tala Sánchez, Capitán pirata de El Ecosistema Startup
He aprendido que «si vives con miedo, has perdido la batalla antes de comenzar.» El miedo puede paralizarnos y limitar nuestro potencial, tanto como emprendedores como inversionistas.
Cuando fundé Pago Fácil, enfrenté muchos desafíos y momentos de incertidumbre. Nos equivocamos mucho más de lo que me gustaría admitir, pero esos errores no nos detuvieron. Aprendimos a iterar rápidamente y adaptar nuestras soluciones a las necesidades del mercado.
Este enfoque nos permitió crecer y vender la empresa con éxito. Muchos emprendedores, en tiempos difíciles, se enfocan en cómo durar más tiempo con el dinero que les queda en lugar de buscar formas de crecer. Este enfoque de supervivencia limita tu potencial y te impide ver las oportunidades de crecimiento.
Como inversionista, también he sentido el miedo al riesgo. En eventos de Venture Capital, el miedo colectivo al riesgo es palpable. Es natural tener miedo a perder dinero, pero esa cautela excesiva puede hacernos perder oportunidades valiosas. He invertido en equipos que no debí haber apoyado y perdido dinero, pero estos errores son oportunidades para aprender y mejorar nuestra estrategia de inversión.
En El Ecosistema Startup también viví situaciones complejas que me hicieron tener miedo a realizar nuevas contrataciones. Me di cuenta de lo idiota que estaba siendo al no hacerlo. La clave está en adoptar una mentalidad de crecimiento: estar dispuesto a aprender y adaptarse continuamente. Lanza productos, recoge feedback y mejora. No te enamores de tu solución, sino del problema que estás resolviendo. La obsesión por el problema te permitirá adaptarte y encontrar la mejor solución.
Parte de mi tesis de inversión es invertir en equipos que pueda y quiera ayudar. Si no hay nada que les pueda aportar, no hago la inversión. Apoyar a los equipos no se trata de controlar, sino de estar ahí para ellos cuando te necesiten. A veces, solo necesitas ser un paño de lágrimas en el momento adecuado, especialmente cuando quieran tirar la toalla. La pasión por lo que hacemos es lo que nos impide darnos por vencidos.
Perder la batalla antes de comenzar es el verdadero fracaso. La valentía de seguir adelante, a pesar del miedo, define a los grandes emprendedores e inversionistas. La clave está en asumir riesgos calculados, aprender de los fracasos y mantener una mentalidad de crecimiento. Así, podremos transformar startups prometedoras en empresas exitosas y sostenibles.
Es hora de dejar de lado el miedo y abrazar el camino hacia el éxito con determinación y valentía. Emprender e invertir son actividades arriesgadas, pero también son las que ofrecen las mayores recompensas. No dejemos que el miedo nos paralice. Abracemos el riesgo, aprendamos de nuestros errores y persigamos nuestras metas con determinación y valentía.