Tras lanzarse al mercado como Burn to Give, en 2018, en busca de mejorar la calidad de vida de muchas personas aportando a través de la quema de calorías, pasó a convertirse en Betterfly, una empresa que busca entregar beneficios de manera personalizada a otras empresas.
Esto no habría sido posible sin la experiencia como Burn to Give, donde partieron con un objetivo B2C y al año siguiente experimentaron un cambio a B2B, derivando en un modelo dirigido a las empresas.
Actualmente, ofrecen una serie de beneficios como telemedicina, plataformas de idiomas, entre otras, pensando en todo lo que las personas necesitan dentro de una empresa. Cristóbal Della Maggiora, cofundador de Butterfly, dice que “hoy el concepto del juego es todo para la plataforma. Convertir las cosas en juego tiene un gran efecto en el engagement de las personas”.
Es así como la chilena Betterfly comenzó a crecer tan rápido, que en 2022 se convirtió en el primer unicornio social de América Latina. Con el capital que han levantado estos años, en total cuatro rondas con una inyección de capital de poco más de US$200 millones, invirtieron en tecnología y en lograr crecimiento acelerado.
A partir de 2023, “cambiamos la forma en la que estaban hablando de nuestro modelo de negocios”, aclara Della Maggiora, porque “el modelo ya era de suscripción, y ya éramos SaaS (Sooftware as a Service) bajo definición”.
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El principio de un cambio
Hace dos años, en busca de acelerar su crecimiento, la empresa se propuso sumar más trabajadores, por lo que iniciaron una campaña interna de referidos. Sin poder llegar a la meta que se habían propuesto, comenzaron a barajar la idea de comprar empresas para soportar este desarrollo.
Es así como entre 2021 y 2022, Betterfly compró siete empresas de distintos tamaños, asumiendo los desafíos culturales de cada una. «Teníamos que organizarnos, con vendedores, operadores, servicio al cliente para cada una de estas empresas. Y funcionó bien, porque estábamos creciendo, pero no podíamos tener operadores para cada empresa, por lo que tuvimos que verticalizar la operación”.
Esto significó reestructurar la compañía, despidiendo al 30% de sus empleados, “respondiendo al ordenamiento de una empresa que creció aceleradamente”, dice Della Maggiora. Y el cofundador aclara rápidamente que al estar insertos en un ciclo económico, si éste es complicado, las empresas se verán en problemas. Es así como fueron castigados socialmente, principalmente en algunas redes sociales, debido a estos despidos.
Este tipo de vivencia marcó a la empresa, pero también los ha hecho replantearse un montón de cosas, entre estos temas el manejo financiero de una startup, la corporatización debido al crecimiento acelerado y el trabajar duro, entre otras cosas.
Por ahora, desde Betterfly están pensando en cómo cambiar el mundo de los beneficios, desde una nueva arista, y crecer a nivel global, con una gran ambición tecnológica.
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