Deeptech y energía limpia: startups que transforman el futuro

La tecnología deeptech impulsa una nueva era energética con startups que combinan ciencia avanzada y capital global.

Las deeptechs —startups basadas en ciencia avanzada y tecnología disruptiva— están saliendo de las sombras para tener un impacto real en el futuro energético del planeta. Según un reciente artículo publicado en IstoÉ Dinheiro el 3 de junio de 2025, estas startups están captando la atención de fondos de inversión globales, marcando un nuevo capítulo en la fusión entre innovación científica, sustentabilidad y capital de riesgo.

Tradicionalmente, muchas de estas empresas emergían en laboratorios universitarios o centros de investigación poco visibles. Sin embargo, su trabajo hoy es crucial para avanzar hacia una nueva matriz energética: más limpia, descentralizada y diversa. El foco ya no está únicamente en instalar nuevos paneles solares o turbinas eólicas, sino en cómo almacenar, distribuir y optimizar el uso energético con tecnologías de frontera.

Empresas brasileñas como Gravi Energia, centrada en energía solar descentralizada, o Energy Source, que desarrolla baterías de larga duración con materiales innovadores, son ejemplos de cómo la Deep Tech empieza a ser inversión estratégica. Estas iniciativas atraen no solo capital brasileño, sino también fondos internacionales interesados en soluciones energéticas con impacto global.

Para mercados emergentes como América Latina, esta tendencia abre una ventana de oportunidad. Muchos países de la región tienen una combinación única de sistemas universitarios sólidos, abundancia de recursos naturales y desafíos energéticos urgentes. Esto puede convertirse en un caldo de cultivo ideal para el surgimiento de deeptechs locales enfocadas en energía limpia y resiliente.

¿Qué pueden aprender las startups latinoamericanas de este fenómeno?

Primero: hay valor en mirar hacia los laboratorios. Muchas de las tecnologías más prometedoras se originan en ambientes académicos. Segundo: los inversionistas están cada vez más abiertos a financiar ideas de largo plazo si la tecnología es sólida y la oportunidad de mercado es clara. Tercero: la sostenibilidad no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente que puede impulsar tanto impacto como rentabilidad.

Para emprendedores, investigadores y aceleradoras en Latinoamérica, este es el momento de fortalecer los puentes entre ciencia y negocio, de transformar tesis y prototipos en empresas reales que puedan escalar y contribuir a una región más limpia, eficiente y tecnológicamente competitiva.

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