Signore Mario: del burnout a buscar nuevos rumbos en Europa

Nunca había emprendido, pero fue en 2013 cuando decidió darle vida a una de las primeras mayonesas veganas del mercado chileno: Signore Mario. A eso se sumó la creación del cowork de alimentos, CoFactory en 2018 y las clases de emprendimiento en la Universidad del Desarrollo.

Fue el año pasado, en 2022, que se dio cuenta que estaba mal, que estaba quemado. Tras replantearse todo, tomó una decisión: ir a buscar nuevas oportunidades a los Países Bajos.

¿Cómo fue pasar del “burnout” a la búsqueda de una nueva vida? Enrique Balut, nos cuenta su historia en Ecosistema Startup.

– ¿Cómo comenzó tu carrera como emprendedor?

Primero estudié Producción de eventos y luego Ingeniería Comercial en la Universidad del Desarrollo. Ya titulado y sin haber emprendido nunca, en 2013 busqué una solución a un problema personal. Mi familia no tenía hábitos saludables y teníamos sobrepeso. En ese entonces, la necesidad de llevar una vida más sana nos hizo replantearnos nuestras vidas: comenzamos a ir al gimnasio y cambiamos la dieta.

Dejamos de lado los productos con alto contenido de grasas, calorías, sodio y aditivos artificiales, lo que nos llevó a buscar alternativas más saludables. Sin embargo, no encontrábamos una mayonesa que cumpliera con nuestros estándares de sabor y salud. Mi madre, una ingeniera química y apasionada cocinera, decidió crear su propia receta de mayonesa que fuera baja en grasas, calorías y sodio, además de ser 100% natural y vegana. Fue así como nació Signore Mario.

Iniciamos vendiendo la veganesa a amigos y conocidos a través de Facebook. La respuesta positiva de quienes probaban nuestra mayonesa los llevó a fundar la empresa y comenzar a venderla. Con el tiempo, obtuvimos financiamiento a través de concursos de emprendimiento (como el de la UDD, Corfo y Sercotec), lo que nos permitió expandir nuestra gama de productos con la introducción de Mantequilla Vegana, Pasta Proteica y Aceite de Coco, además de nuestra Mayonesa Vegana. Actualmente, nuestros productos se encuentran en todas las sucursales de Jumbo en Chile y en la cadena Walmart.

– Pero, ¿cómo nació CoFactory?

En paralelo al crecimiento de Signore Mario, en 2018, cuando ya estábamos en Jumbo y creando nuestra mantequilla, creamos CoFactory al darnos cuenta de la necesidad que tenían los emprendedores de alimentos de dar el salto de cocinar en casa a tener una fábrica propia. De este modo generamos más ingresos aprovechando la locación que ya teníamos.

– ¿Qué ha ocurrido en estos años que te ha llevado a replantearte tu vida como founder de Signore Mario y CoFactory?

A lo largo de estos 10 años como emprendedor, he tenido la oportunidad de aprender y crecer, incluso impartiendo clases de Innovación y Emprendimiento en la Universidad del Desarrollo en las facultades de Economía y Negocios, y en Nutrición. Sin embargo, en septiembre del año pasado (2022), me di cuenta de que yo estaba mal, estaba quemado, ya la cabeza no estaba funcionando. Dar clases y dirigir dos empresas al mismo tiempo no es fácil.

Además, en Signore Mario hemos enfrentado un aumento considerable en los costos, aproximadamente un 70%, lo que ha dificultado la transferencia de estos aumentos a nuestros clientes. De hecho, actualmente, estamos evaluando la dirección que tomarán estas empresas, y es probable que a corto plazo consideremos la posibilidad de venderlas.

El aumento de los gastos nos obligó a cortar costos en temas de logística y temas más de marketing y estrategia digital. Fue así como dije: “¿Sabés qué? Me voy a cortar yo también, por la sanidad mental mía y de la empresa”.

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–¿Fue difícil dejar de lado ambos emprendimientos? ¿Qué hiciste cuando los dejaste?

Costó un poco desligarme, pero conté con el apoyo de mis cercanos. En febrero de este año renuncié y ahí pensé: “¿Sabés qué? Nunca he trabajado, yo desde que salí de la universidad, soy emprendedor, nunca trabajé en una empresa para saber qué pasa en la interna de una empresa, y aprender ahí, digamos, de un jefe que te presione y que esté encima tuyo”. Entonces, decidí emplearme en alguna empresa que tenga que ver con innovación, con emprendimiento, algo así. También vi puestos como Product Manager o Project Manager y cosas así, pero no me fue muy bien.

–¿Qué hiciste al respecto? ¿Fue ahí cuando surgió la idea de irte a Holanda?

Esos fueron dos meses hasta que mi mejor amigo me ofrece venirme a Holanda. A mí siempre me gustó Holanda, había venido hace cinco años, me di cuenta de que la calidad de vida es muy buena.

Aparte, en temas de trabajo, el empleador se preocupa mucho del empleado, hay muchos beneficios, tiempos libres. En el fondo se esfuerzan mucho en el tema de la calidad de vida. Yo aparte tengo pasaporte italiano, entonces se me hace mucho más fácil poder estar acá sin visa, sin nada, soy un ciudadano más aquí de la Unión Europea. Entonces tomé la decisión y me vine a fines de agosto. Ahí aproveché también de viajar un poquito.

Actualmente, estoy buscando empleo en los Países Bajos en el ámbito de la innovación y el emprendimiento, y al mismo tiempo, estoy trabajando en un proyecto personal que podría desarrollarse en este país.

Ya hace dos o tres semanas estoy buscando opciones acá, no solamente acá en Holanda, sino que han salido también opciones en Barcelona y en otros lados, pero claro, eso fue lo que gatilló de cómo tener un nuevo aire y poder como desahogar un poco la cabeza y que funcione de nuevo la creatividad en mí. Todo eso lo gatilló mucho el tema del trabajo del estado quemado, varios temas personales también, pero todo eso me llamaba, todo hacía que yo me viniera para acá, entonces tomé la decisión y me vine.

-¿Qué lecciones has aprendido en este tiempo que puedan ser útiles para otros emprendedores?

Como lecciones que he aprendido, hay que enfocarse en lo que realmente importa, uno no puede estar en todas al mismo tiempo. Hay que confiar en el equipo, en la gente que te rodea y aprender a delegar. A mí me pasó mucho que no sabía cómo delegar, porque también soy perfeccionista.

Lo otro es que es bueno apoyarse en amigos y en círculos. Hay varios círculos de emprendedores. Es importante apoyarse en ellos y conversar las cosas que a ambos les pasa. Y, obviamente, si es posible acompañarlo con algún tipo de terapia, es bueno. Uno no tiene que estar loco para acompañar la vida con terapia, a mí me hace súper bien, por lo menos una vez al mes, conversar con alguien que no tiene un prejuicio tuyo y que va a estar ahí para escuchar.

A mí me empezaron a doler las articulaciones. Por eso aprendí que es importante tomarse descanso dentro de lo que uno hace. Obviamente, poner el 100% de uno para el trabajo, pero hay que aprender a no volverse loco con el trabajo, porque este tema del “burnout” va afectando física y mentalmente y al final no puedes trabajar.

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