IPO son las siglas en inglés de «Initial Public Offering», que en español se traduce como «Oferta Pública Inicial». Se refiere al proceso mediante el cual una empresa privada ofrece por primera vez al público la venta de sus acciones en una bolsa de valores.
En resumen, es el primer momento en el que una empresa pasa de ser privada a pública, permitiendo a inversores externos comprar y vender acciones de esa empresa en el mercado abierto.
Este proceso proporciona a la empresa capital fresco para financiar su crecimiento y expansión, y también ofrece a los inversores la oportunidad de obtener ganancias al comprar acciones en la empresa antes de que se negocien públicamente.
Proceso para iniciar una IPO
El proceso para iniciar una IPO (Oferta Pública Inicial) es complejo y generalmente requiere la participación de varios profesionales financieros y legales.
A continuación, se describe un resumen del proceso típico:
Preparación interna:
Antes de lanzar una IPO, la empresa debe evaluar su idoneidad y prepararse internamente.
Esto implica revisar su estructura corporativa, estados financieros y cumplimiento regulatorio.
Selección de asesores:
Luego, la empresa elige un equipo de asesores financieros, legales y contables para guiarla en el proceso.
Estos asesores incluyen bancos de inversión, firmas legales especializadas y auditores.
Elaboración del prospecto:
En colaboración con sus asesores, la empresa elabora un prospecto detallado de oferta pública.
Este documento proporciona información exhaustiva sobre la empresa, su negocio y sus perspectivas futuras.
Presentación regulatoria:
Después, la empresa presenta el prospecto ante la autoridad reguladora de valores correspondiente.
En Estados Unidos, esto implica presentar documentos ante la SEC.
Campaña de mercadotecnia:
Mientras se espera la aprobación, la empresa y sus asesores llevan a cabo una campaña de mercadotecnia.
El objetivo es generar interés entre los inversores institucionales y minoristas.
Determinación del precio de la acción:
Tras evaluar la respuesta del mercado, la empresa y sus asesores fijan el precio de las acciones.
Este proceso implica un análisis cuidadoso de la demanda y las condiciones del mercado.
Oferta pública y subscripción:
Una vez aprobada, la empresa lanza la oferta pública y las acciones están disponibles para la compra.
Los inversores interesados pueden suscribir acciones durante este período.
Cotización en bolsa:
Finalmente, las acciones de la empresa comienzan a cotizar en la bolsa de valores.
Esto marca el inicio de la negociación pública de las acciones en el mercado secundario.
Es importante tener en cuenta que el proceso de IPO puede variar según el país y las regulaciones locales.
Además, la duración y la complejidad del proceso pueden depender de diversos factores, como el tamaño de la empresa, la industria en la que opera y las condiciones del mercado.
Ventajas de tener una IPO
Las ventajas de las IPO es que proporcionan capital, liquidez, transparencia y visibilidad, impulsando el crecimiento y posibilidades de expansión.
A continuación te detallamos cada una de ellas:
- Acceso a capital: la IPO proporciona a la empresa acceso a una fuente importante de capital fresco a través de la venta de acciones en el mercado público.
- Liquidez para los propietarios: los propietarios existentes, como fundadores y primeros inversores, pueden obtener liquidez al vender parte de sus acciones en el mercado público.
- Valoración transparente: la cotización en bolsa proporciona una valoración transparente de la empresa, lo que puede mejorar su credibilidad y facilitar futuras rondas de financiación.
- Mayor perfil y prestigio: una IPO puede aumentar el perfil y el prestigio de la empresa, lo que puede atraer clientes, empleados y socios comerciales potenciales.
- Facilidad para las fusiones y adquisiciones: la liquidez de las acciones públicas facilita las fusiones y adquisiciones, ya que las acciones pueden utilizarse como moneda de intercambio.
Desventajas de tener una IPO
Las desventajas de una IPO incluyen costos y complejidades, revelación de información sensible, presión por resultados trimestrales, pérdida de control y volatilidad del mercado, lo que puede impactar la percepción de los inversores.
A continuación te detallamos cada una de ellas:
- Costos y complejidad: el proceso de IPO puede ser costoso y complejo, ya que implica honorarios legales, financieros y de auditoría, así como la conformidad con las regulaciones del mercado de valores.
- Revelación de información: la empresa debe revelar información detallada sobre su negocio y finanzas durante el proceso de IPO, lo que puede incluir revelar estrategias comerciales sensibles.
- Presión por resultados trimestrales: después de la IPO, la empresa está sujeta a la presión de cumplir con las expectativas de los inversores y analistas en cuanto a resultados financieros trimestrales.
- Pérdida de control: la venta de acciones en una IPO puede llevar a la dilución del control de los accionistas originales, incluidos los fundadores, ya que nuevos accionistas pueden influir en las decisiones estratégicas.
- Volatilidad del mercado: las acciones de una empresa recién pública pueden experimentar volatilidad en el precio debido a factores del mercado, lo que puede afectar negativamente la percepción de los inversores.
En resumen, las IPO ofrecen oportunidades de financiamiento y crecimiento para las empresas, pero también presentan desafíos como costos, presiones financieras y pérdida de control.
La decisión de llevar a cabo una IPO debe considerarse cuidadosamente, evaluando tanto las ventajas como las desventajas. Además puedes complementar esta información con otros datos en nuestro glosario Startup.