Inrobics integra robots sociales en escuelas de Madrid para apoyar a niños con TEA y daño cerebral.
En una innovadora apuesta por la inclusión educativa y la tecnología social, la startup madrileña Inrobics ha comenzado a implementar robots sociales en aulas de Madrid para acompañar a niños con trastorno del espectro autista (TEA) y daño cerebral. El protagonista de esta iniciativa es Robic, un robot diseñado para mejorar la motivación, la atención y la interacción social dentro del aula, adaptado especialmente para estudiantes con necesidades educativas especiales.
Desarrollado por Inrobics, Robic utiliza inteligencia artificial y aprendizaje automático para adaptarse a cada niño, estabilizando rutinas, ofreciendo ejercicios interactivos y reforzando terapias educativas. Este proyecto ha comenzado su implementación en centros educativos públicos de la Comunidad de Madrid, como parte de un programa piloto que ha despertado el interés de docentes, terapeutas y familias.
El uso de robótica social en entornos escolares no solo mejora la experiencia educativa de niños con discapacidades, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades para startups tecnológicas en el sector educativo y de salud. Lo más destacable de Robic no es solo su empatía artificial, sino su capacidad para integrarse a esquemas pedagógicos mediante una plataforma flexible y escalable.
¿Qué implica esto para los emprendedores de Latinoamérica?
La iniciativa de Inrobics marca un precedente importante para el ecosistema startup latinoamericano. Este tipo de desarrollos muestra que las startups pueden crear soluciones tecnológicas con impacto social real, más allá del típico enfoque comercial. Para emprendedores en EdTech, HealthTech o robótica en la región, Robic es un ejemplo de innovación centrada en el usuario que puede inspirar modelos aplicables localmente, considerando las particularidades educativas de nuestros países.
Latinoamérica cuenta con un creciente número de estudiantes con necesidades educativas especiales y aún muchas barreras en términos de acceso, inclusión y recursos. Replicar soluciones como la de Inrobics, adaptadas al contexto regional, puede transformar escuelas, terapias y políticas públicas. Además, involucra a fondos de inversión interesados en proyectos con propósito social y escalabilidad.
Inrobics, fundada en España, se perfila como un referente en robótica aplicada a la salud y educación, demostrando cómo la tecnología emergente puede integrarse de forma ética y útil en realidades sensibles.
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