Por Sebastián Martínez, encargado de comunicaciones y comunidad de Broota
A diferencia de Nicolás Jarry, hasta hace no mucho tiempo, Alejandro Tabilo no era muy conocido en nuestro país.
Su espectacular ascenso en el Master 1000 de Roma, en donde eliminó a Novak Djokovic de manera formidable (le propinó la derrota más rápida en sus 342 partidos sobre arcilla al serbio: 1 hora y 7 min), lo catapultó no solo en nuestro país, sino que también a nivel mundial. Hoy muchos lo conocen y reconocen.
Probablemente solo su familia sabe todo el recorrido que debió cruzar el chileno-canadiense. Sin ir más lejos, Tabilo representó al país del norte en su etapa juvenil (donde incluso compartió y cultivó una gran amistad con Denis Shapovalov), pero siempre quiso representar a Chile… un poco por el buen momento de la generación dorada del fútbol chileno y un poco porque nuestro país tiene una más que aceptable cultura tenística con referentes como Ríos, González, Massú…
La historia dice que una vez —allá por 2016— fue un juvenil Nicolás Jarry a jugar a Canadá. Tabilo, quien siempre quiso representar a Chile, presionó a su papá para hacerlo. «Si le ganas a Jarry, tramitamos la nacionalidad para que juegues por Chile», le dijo su padre para motivarlo.
Tabilo ganó y su historia con Chile recién comenzaba…
¿Pero qué pasó antes? Y bueno, Jano se “encontró” con Don Canadá, o mejor dicho Tennis Canada (el organismo rector nacional del tenis en dicho país), que decidió invertir en él y en otros tenistas para que lo representarán a nivel mundial. Fue un trabajo a largo plazo con el objetivo de tener logros en ese deporte.
Pasó el tiempo y, además de Jano y Shapovalov (de origen israelí), Canadá invirtió en otros jóvenes como Auger Aliassime (de padre africano), Milos Raonic (de origen montenegrino), Gabriel Diallo (de madre ucraniana y padre guineano), Alexis Galarneau, entre muchos otros tenistas, sabiendo que alguno de ellos le daría logros al país.
Evidentemente no todos llegaron arriba o a representarlos, pero —después de algunos años— Canadá ganó la primera primera Copa Davis de su historia, el torneo más importante de tenis por países a nivel mundial.
Suena muy parecido a la inversión ángel… o inversión en startups. ¿Chile hubiese invertido en Tabilo a tan temprana edad como lo hizo Canadá? Probablemente no.
Hoy nadie ve todo el camino. Sufrió vaivenes y altibajos, tuvo que luchar con un importante sobrepeso para ser deportista de alto nivel. Hoy probablemente se le acerquen muchos auspicios confiando en él… ¿muy tarde?
¿Cuántos jugadores talentosos hemos perdido como país por no invertir en ellos a temprana edad? Y al mismo tiempo: ¿cuántas startups pasan de ser desconocidas a lograr hitos a nivel regional y las valoramos recién cuando lo logran sin ver el camino que recorrieron?
Actualmente todos podemos ser parte de estas startups que están disrumpiendo un mercado tradicional y que agregan innovación, empleo y crecimiento al país. Algunas no lograrán su propósito, es parte de… pero probablemente más de alguna nos hará sentir orgullosos de haber estado ahí en el momento justo, de haber sido un promotor cuando pocos creían en ellas. La historia y el futuro comienza hoy… y lo hacemos entre todos.