Por Carlos Manríquez, fundador y Chief Product Officer de Codify.
No se puede desmentir que hoy las startups están atrayendo el talento de las grandes corporaciones. Las startups suelen ser atractivas para los jóvenes debido a su ambiente innovador, la posibilidad de tomar decisiones y tener un impacto significativo desde etapas tempranas, y la oportunidad de trabajar en proyectos emocionantes y desafiantes.
Además, las startups desde sus inicios han adoptado una cultura de trabajo flexible y una estructura organizacional mucho más horizontal, lo que puede resultar atractivo para los jóvenes que buscan un ambiente menos jerárquico y más colaborativo. También hay casos en los que las startups ofrecen opciones de participación en la empresa, vesting, acciones o participaciones, lo que puede ser una motivación adicional para los jóvenes emprendedores.
Esto se debe —en parte— a que las startups a menudo ofrecen una cultura de trabajo más innovadora y flexible, así como la oportunidad de trabajar en proyectos interesantes y desafiantes. Además, se pueden adaptar con mayor facilidad, tener una mayor responsabilidad y tomar decisiones importantes para el desarrollo de la empresa.
Ya no se atrae exclusivamente por dinero y ese desacople de intereses puede mermar la estrategia de una organización o sencillamente no tener la expertise de las personas adecuada que la conforman, generando el denominado descalce organizacional.
El descalce organizacional —conocido también como «organizational mismatch» en inglés— se refiere a la falta de alineación entre las habilidades, conocimientos, competencias y expectativas de los empleados de una organización y los requisitos o necesidades de la misma.
Esto se suele dar cuando la compañía no cuenta con una estrategia clara de gestión del talento y no se asegura de que el personal contratado tenga las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar adecuadamente su trabajo. También puede deberse a cambios en el entorno empresarial o a la falta de planificación en la gestión del personal.
Hay que tener mucho ojo. El descalce organizacional puede tener consecuencias negativas para la empresa, como la disminución de la productividad, el aumento de los costos y la rotación de personal. Por otro lado, también puede afectar negativamente a los trabajadores, quienes pueden sentirse frustrados por la falta de oportunidades de desarrollo y crecimiento en su carrera profesional.
Una medida fundamental a implementar en cualquier compañía tradicional, es el mayor uso de tecnologías para medir la estrategia del negocio. Medir y ajustar. Medir y ajustar.
El desafío de las empresas, entonces, no es solo captar talento, sino que también adaptarlo a la estrategia del negocio, a la estructura organizacional de la compañía y a la expertise actual y futura de las personas que componen la organización. Eso es clave para el futuro de cualquier empresa, pero hoy no todas las grandes empresas lo están haciendo… en gran parte por eso han perdido terreno (y talento) frente a las startups. ¿Seguirá pasando este 2024?
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