Trabajar en una startup es un caos, no te voy a mentir. Todos los días parecen un remolino de tareas, reuniones y deadlines que te hacen correr de un lado a otro. Antes, trataba de manejar todo esto solo con mi entusiasmo y algo de café, pero siendo honesto, eso no es sostenible. Terminaba agotado y con esa molesta sensación de no haber hecho nada importante. Entonces, un día, decidí que tiene que haber una mejor manera de hacer las cosas.
Ahí es cuando descubrí el Pomodoro. Básicamente, configuro un cronómetro para trabajar durante 25 minutos sin distracciones, y luego me regalo un descanso de 5 minutos. Al principio me sentía raro, como si estuviera jugando con un temporizador de cocina, pero funciona. Esos bloques me dan el enfoque que necesito, y las pausas se vuelven mi excusa perfecta para levantarme y despejar la mente. Ahora es como mi secreto para no quemarme.
Obviamente, esto no lo hago solo. Hay tres herramientas que se vuelven mi as bajo la manga: Asana, Notion y Google Calendar. Asana me ayuda a poner orden en mis proyectos, como si transformara ese caos en una lista de tareas manejables. Notion es mi espacio creativo, un lugar donde dejo que las ideas fluyan sin preocuparme demasiado por el orden. Y Google Calendar… bueno, básicamente me salva la vida. No solo agendo reuniones, sino también reservo bloques de tiempo para enfocarme en lo que realmente importa.
Por ejemplo, cuando empiezo un artículo como este, todo comienza con un buen café y una sesión de brainstorming en Notion. No intento organizar nada al principio; solo quiero sacar todo lo que tengo en la cabeza. Luego, poco a poco, esas ideas empiezan a tomar forma. Me pongo los audífonos, configuro un Pomodoro y me lanzo a escribir. Suena simple, pero ese pequeño cronómetro me mantiene enfocado y me da permiso para relajarme cuando suena.
Al final del día, me doy cuenta de que no se trata de hacer más cosas, sino de hacerlas bien. Las herramientas son mi salvación, claro, pero lo que realmente importa es encontrar un sistema que se adapte a ti y que te haga sentir que llevas el control, incluso en el caos.