Como una solución tecnológica para prevenir y mejorar la salud mental en jóvenes a través de terapias online para la depresión y la ansiedad, la startup de origen español Loomee se constituyó como empresa este 2023. A cargo de Francisco J. Tavira, Guillermo Martínez-Cubells y Toni Vecina, ofrece por estos días evaluación, recomendación de terapias y asistencia profesional.
La empresa fue incubada por CompluEmprende, de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), a la que los cofundadores llegaron a través de sus asesores científicos, uno de ellos, Francisco José García González.
Lee más: La historia de Poliglota: De eventos en bares a una plataforma online exitosa
“Por un lado, entrega al usuario un apoyo psicológico inmediato de forma segura a través de contenidos y ejercicios personalizados y gamificados vía una app. Se acompaña al usuario en sus momentos enviando recomendaciones de ejercicio y contenido, o simplemente, un mensaje de apoyo positivo en instantes clave. Además, democratiza el acceso, pudiendo cubrir o acompañar parte de las sesiones que un profesional podría dar y con eso reduciendo el coste de las sesiones (privadas)”, dice Francisco J. Tavira.
También ofrece servicio a profesionales de la salud, con una biblioteca de recursos digitales que ayudan a mejorar la adherencia y el vínculo terapéutico, además de optimizar y personalizar la experiencia del paciente.
“La primera terapia digital basada en evidencia se centra en mejorar la ansiedad y depresión. Es una terapia transdiagnóstica cognitivo conductual y validada clínicamente con más de 1.000 pacientes. Ésta la hemos desarrollado en colaboración con Antonio Cano Vindel, catedrático de psicología de la universidad Complutense de Madrid, con más de 40 años de experiencia profesional y un referente en España de ansiedad y depresión”, indica Tavira.
La empresa, que se encuentra en fase Pre-Revenue, cuenta con un modelo de negocio B2B2C, «de forma que el usuario final es el que paga, ya sea a través suyo o de un tercero, como pudiera ser un seguro de salud, y quien lo recomienda es un profesional», cuentan sus cofundadores.
En esta primera fase de distribución del producto, se está ofreciendo un modelo B2C freemium para tener las primeras métricas con las que puedan convencer a los profesionales B2B.
Según explican, “en algo más de una semana hemos llegado a casi mil usuarios únicos y lo mejor es que la mayoría proviene de forma orgánica”. La clave ha sido el saber posicionarse digitalmente y crear una campaña que refleja el problema que vive su target.
Revisa esta noticia: México, el destino preferido por las startups chilenas para iniciar su internacionalización
Por otro lado, “estamos en conversaciones con varios potenciales clientes B2B. Lo que podríamos destacar aquí es el hecho de ir a eventos especializados con los ‘deberes’ hechos, lo que significa sabiendo con quién hay que hablar y qué queremos ofrecerle”.
La empresa se ha financiado con fondos propios y se encuentran en medio de una primera ronda de inversión que tiene como objetivo recaudar US$160 mil, en la que están en conversaciones con business angels y fondos interesados. “El hecho de buscar financiación es una tarea que dedica prácticamente el tiempo de una persona entera, no sólo con la preparación de documentación y contactar potenciales inversores de muy diversas formas, si no también las presentaciones en eventos o reuniones individuales, además de asistir a conferencias relevantes”, indican los cofundadores..
Combatiendo la ansiedad y depresión
La startup comenzó enfocada en los colegios, luego se pensó como una solución con base científica, hasta que se enfocaron en la depresión y la ansiedad. Siempre quisieron crear una solución que tuviera impacto social.
“La pandemia del COVID-19 ha hecho que los trastornos relacionados con la salud mental hayan crecido exponencialmente en todo el mundo. Este hecho ha afectado especialmente a adolescentes y jóvenes, llegando a que el 60% de ellos padece algún tipo de problema relacionado con la salud mental, siendo ansiedad y depresión el 80% del total de esos casos”, explica Tavira.
Como consecuencia, explican, los centros de salud mental y los departamentos de psicoeducación de los centros educativos, no cuentan con toda la capacidad para atender estos requerimientos. Junto con esto, «el diagnóstico común al visitar un médico de atención primaria es la prescripción de psicofármacos, siendo menos del 1% los que reciben apoyo psicológico, quienes deben esperar varios meses para ser atendidos», comenta Tavira.
Te puede interesar: Lazo, un SaaS para que las startups puedan estar “VC ready” a la hora de levantar capital
Con miras en toda Hispanoamérica
Durante este tiempo, los cofundadores han adquirido conocimiento, como la importancia del equipo y de la retroalimentación. “El feedback es fundamental y debemos de tener nuestras propias métricas para demostrarlo. Sin embargo, debe de haber un equilibrio entre el desarrollo de un producto, basado en la funcionalidad y experiencia de usuario, y la respuesta de potenciales clientes (Product / Market fit) para no pecar en construir algo perfecto que posteriormente nadie compre”, dicen.
Además, para que haya heterogeneidad, la startup cuenta con perfiles multidisciplinares y complementarios. “Así confiamos los unos en los otros y tenemos una visión conjunta hacia dónde queremos llegar con Loomee. Además, vamos incorporando piezas clave con la misma filosofía y valore”, explican.
En 2024, Loomee comenzará a realizar ensayos clínicos de la terapia digital de ansiedad y depresión que tienen disponible. Además, esperan cerrar con varios clientes (B2B) en España y posteriormente escalar y replicar el modelo en países hispanoamericanos. “Una de las piezas claves es el equipo. No sólo tenemos perfiles multidisciplinares y complementarios, si no confiamos los unos en los otros y tenemos una visión conjunta hacia dónde queremos llegar con Loomee. Además, vamos incorporando piezas clave con la misma filosofía y valores”, dicen los cofundadores.