Por Felipe Rosas Vera
Llega año nuevo y de la nada a todos les pinta la mente de tiburón financiero, guía espiritual, aventurero con el “carpe diem” tatuado en la frente.
Y entiendo, que para muchos un nuevo año, significan nuevas oportunidades, nuevo mindset, etc.
Perdónenme… pero si estuviste todo el año levantándome a las 12 del día, no esperes que el 02 de enero (porque el 01 nunca cuenta…) tu alarma de las 5 am mágicamente te levante y te encamine a cumplir todos esos “goals” que te planteaste para el 2025.
No me malentiendas, no se trata de que no crea que la gente y las circunstancias puedan cambiar. Simplemente no creo que cambien de un día para otro. Siempre es un buen día para partir, siempre es un buen día para cambiar, pero recordemos que si queremos que lo que estamos construyendo perdure, no podemos confiar en que ese proceso pase del día a la noche. ¿Tu comprarías una casa que fue hecha en un día?
Recuerda que los hábitos que más perduran a largo plazo, son los que parten de a poco. Creando una instancia más amable para el que recién se está aventurando en ellos. Si alguien que nunca ha meditado, se propone meditar 1 hora al día, probablemente su experiencia llegue a ser hasta traumática, quitándole las ganas de intentarlo al siguiente día.
Por otro lado, ¿Por qué esperan que pase 1 año para cambiar algo? ¿Por qué estas metas solo se dan una vez al año? Creo que el hecho de poder plantearse metas y objetivos, probar, y cambiar, constantemente es una herramienta altamente efectiva para todos, que nos permite avanzar de una manera mucho más rápida y realista hacia nuestros objetivos.
Como dije anteriormente, cualquier día es bueno para partir. Por ende, en vez de intentar poner tu vida en orden una vez al año, ¿Por qué no hacerlo mensual, o incluso semanalmente?. Ir construyendo tu nueva vida de a poco, lento pero seguro, en vez de tener un inicio potente para solo desplomarse cuando llegue Marzo.
Date la oportunidad de volver a partir, de volver a empezar, de reinventarte, pero por favor date esa oportunidad siempre, no solo en año nuevo.
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