Le pido a Sebastián Wilson que me cuenta su historia, pero desde el principio LITERAL. Me relata que desde pequeño era asmático y por esa misma razón, su familia decidió mudarse a Pirque para que pudiera respirar un mejor aire, alejado de la contaminación. Aún así, el polvo y el polen le impedían estar al aire libre, por lo que pasaba gran parte del tiempo jugando con autos, legos y un Atari.
La consola «traía un manual donde explicaban cosas muy simples del lenguaje Basic y fui probando cambiar algunas de las instrucciones para ver qué cambios generaban. Unos años después mi papá trajo un computador viejo de su oficina (286 con pantalla monocromática) y ahí pude adentrarme en QBasic gracias a que una vecina también estaba aprendiendo a programar».
Recuerda, que tiempo después, su primo lo llevó a su universidad a conocer las estaciones Sun que estaban conectadas a algo llamado «Internet» y «ahí supe que ese sería mi futuro y empecé a comprar y conseguir revistas de computación donde enseñaran HTML», detalla.
Y así fue que finalmente entró a estudiar ingeniería en la Universidad de Chile con la intención de especializarse en Computación. Se pagaba la carrera haciendo páginas web, pero asegura que le atrajo más la ingeniería eléctrica. Sin embargo, cuando cursaba en quinto año tuvo que dejar la carrera por motivos económicos. Ahí es cuento decide emprender.
Hoy, con 41 años, actual CEO y fundador de OK To Shop, nos cuenta su gran salto al mundo emprendedor, donde fracasó más de una vez, quebró y también logró el ansiado exit. Revisa sus respuestas, a continuación.
– ¿Cuáles fueron tus primeros emprendimientos y en qué consistían? ¿cuánto duraron y qué pasó con ellos?
Mi primer emprendimiento se llamaba Luminux, y era una empresa de desarrollo web a medida. Duró aprox. 2 años y murió porque hubo una reestructuración en uno de mis principales clientes, y la persona que llegó como contraparte desconoció las obligaciones de pago que estaban pendientes conmigo (porque no teníamos firmados contratos) y no tuve la espalda financiera suficiente por lo que quebré. Luego de eso entré a trabajar a CMR Falabella y luego a Walmart Chile, donde renuncié para emprender nuevamente.
Ahí fundé Tip2U, una red social de recomendaciones donde podías preguntar por distintos profesionales o prestadores de servicio y los resultados aparecían ordenados de acuerdo a la cantidad de recomendaciones de tus amigos o amigos de tus amigos. Duró aprox. 2 años también y tuvimos que cerrarla porque los fondos públicos y privados que habíamos levantado se nos acabaron y no habíamos logrado monetizar esta app.
Posteriormente fundé otra vez una empresa llamada Luminux, pero esta vez con foco en desarrollar un producto: un CRM analítico que permitía armar bases de clientes, hacer envíos por múltiples canales, hacer seguimiento de lecturas y luego evaluar si esas campañas tuvieron el efecto esperado (aumentar ventas, visitas, fidelizar, etc). Dicha empresa la fundé hace 9 años, hice un exit y la empresa aún existe.
Luego fundé Qfortress, otra empresa de desarrollo a medida la cual aún existe pero está sin actividad, ya que aproximadamente un año después de haberla fundado se me ocurrió la idea de hacer OK to Shop.
– ¿Cómo nace Ok To Shop?
A fines de 2018 estaba dedicado a hacer desarrollos a medida de apps y sitios web. Un día no estaba con muchas ganas ni tiempo para prepararme almuerzo por lo que fui a un minimarket cerca de mi casa a comprar una sopa instantánea. Vendían sopas de camarones, pollo, vegetales y vacuno. Dado que soy vegano, compré la sopa de vegetales y cuando ya estaba comiéndola sentí que tenía un sabor extraño.
Mi primera sospecha era que debía estar muy pasada de su fecha de vencimiento, pero al buscar esa información en el empaque me encontré con una sorpresa: la sopa de «vegetales» contenía también caldo de pollo. Además de la sensación de frustración y de sentirme engañado, pensé lo grave que habría sido si yo tuviese alergia al pollo o a algún otro ingrediente que no hubiese siquiera sospechado encontrar en ella.
Me puse a investigar y descubrí que más de 1/3 de la población de Chile y el mundo tiene alguna restricción o preferencia alimentaria, y que no existía ninguna app que permitiese saber la aptitud de un alimento de manera personalizada, sobre todo de productos que se comercializan en Chile. Luego de algunos meses decidí dedicarme de lleno a desarrollar esa solución y así fue como en abril de 2019 fundé OK to Shop y en septiembre de ese mismo año ya estábamos lanzando nuestro MVP con cerca de 13.000 productos analizados en nuestra base de datos.
– ¿Por qué te interesó emprender en este rubro?
Mi principal motivación fue desarrollar algo que diera solución a un problema que yo mismo enfrento a diario: saber si un alimento es apto y tener una idea de qué otros productos existen que podría consumir. Las dos cosas que me llamaron más la atención fueron el tamaño del problema, lo rápido que está creciendo (se espera que en menos de 10 años la mitad de la población tenga algún tipo de preferencia o restricción alimentaria) y que los alimentos se reformulan constantemente por lo que algo que antes era apto para tí podría perfectamente ya no serlo.
– ¿Cómo ha sido el crecimiento de la empresa desde sus inicios hasta ahora?
Los primeros 18 meses fueron muy difíciles porque no estábamos vendiendo nada, pero desde enero de 2021 estamos creciendo en promedio un 10% mensual en ingresos. Por otra parte, con un equipo de solo 10 personas hemos sido capaces de analizar más de 56.000 alimentos y ya estamos operando en 4 países (Chile, Colombia, Argentina y Perú) beneficiando cada mes a más de 3 millones de personas.
Principales obstáculos
– ¿Cuáles fueron los principales obstáculos que tuvieron que sortear?
Los principales obstáculos fueron el financiamiento y la velocidad de análisis de los productos. Afortunadamente pudimos sortear ambos: el del financiamiento, con fondos propios, subsidios de CORFO y los ingresos por ventas; y respecto a la velocidad de análisis, hemos desarrollado procedimientos que nos permiten pre-analizar alimentos con mucha rapidez, nos estamos apoyando en algunos algoritmos de machine learning, y también contamos con un equipo de fotógrafos y digitadores freelance que nos ayudan a cargar más rápidamente la información de todos los países donde operamos.
– ¿Han hecho levantamiento de capital?
Por ahora no tenemos en nuestros planes levantar fondos. Estamos haciendo bootstrapping ya que queremos mantener nuestra independencia en cuanto a la velocidad de crecimiento, bienestar del equipo y el rumbo que sea que tome la empresa. Ahora bien, no me cierro a que más adelante incorporemos a algún fondo que esté totalmente alineado con nuestro propósito y cultura, pero hasta que no lo encontremos, seguiremos creciendo de manera sostenida y sostenible.
– ¿Cuáles son las metas a corto y largo plazo de Ok To Shop?
Conseguir nuestros primeros clientes en México y el próximo año entrar a EE.UU y Canadá. También queremos incorporar más categorías de productos como por ejemplo de cosmética, farmacia o incluso textil, para que los usuarios sepan si fueron testeados en animales, su huella de carbono, reciclabilidad del empaque y en general cualquier información que les pueda servir para tomar mejores decisiones de compra según sus principios, creencias o salud.
– ¿Cuáles son los principales aprendizajes que has podido sacar de esta experiencia que le puedas dar a otros emprendedores?
Aunque le vendas a empresas, siempre estás tratando con personas y por ende es importante entender qué es lo que los motiva o asusta de contratarte. Muchas veces uno asume que no te han contratado por un tema de costos pero la mayor parte del tiempo lo que frena los cierres de los negocios es un tema de burocracia interna o el temor de contratar un servicio que pueda dejar de existir en el corto plazo.
– ¿Algo que agregar?
Agradecer la oportunidad de contar nuestra historia en este espacio y también agradecer la solidaridad que existe en la comunidad de emprendedores en nuestro país. Son muchas las personas que nos han ayudado de manera totalmente desinteresada y creo que nosotros también hemos podido ayudar a varias otras. Emprender en Chile es difícil pero aún así tenemos muchas ventajas de las cuales debemos estar conscientes y agradecidos.