Teresita Morán, de Buk: «Sí o sí se puede compatibilizar el desarrollo profesional con una familia, pero debes creerlo para lograrlo»

Se define a sí misma como alguien que siempre quiso dejar “un granito de arena en este mundo” y generar un impacto positivo; y fue después de haber vivido cuatro años en Estados Unidos que al observar las tendencias mundiales que estaban ocurriendo se dio cuenta que quería ser parte de algo nuevo.

A la vez, buscaba un equilibrio entre la vida personal y familiar, uno de sus sueños era construir familia y decidió ser madre joven. Con eso en mente aceptó ser parte del software chileno de gestión de personas, Buk, cuando la idea recién comenzaba junto a Jaime Arrieta, Felipe Sateler, Ricardo Sateler y Santiago Lira.

Seis años después, cuenta que jamás se imaginó que de tres personas pasarían a ser 10, después 500 y hoy en día más de 1000 personas entre México, Perú, Colombia y próximamente Brasil.

En El Ecosistema Startup, Teresita Morán, Country Manager y cofundadora de Buk, nos relata, con su reciente nominación a Inspiring Leader de Globant Awards, su travesía de nunca haber emprendido oficialmente a ser una de las líderes de las startups más reconocidas a nivel latinoamericano.

– ¿Por qué decidiste emprender? ¿Lo habías hecho antes?

Soy Ingeniera Civil Industrial con mención en Química. Mis intereses más allá de algo en específico, han estado en generar algún impacto positivo, a mi alrededor, en lo social, medioambiental. Aportar un grano de arena. En lo laboral, siempre tuve interés en desarrollarme y crecer profesionalmente y entregar lo mejor de mí.

Y en lo personal, siempre quise formar una familia, convencida de que ambas cosas son compatibles. Es desafiante en el mundo de hoy equilibrar ambas cosas, pero creo que sí o sí se puede y uno tiene que creérselo. Decidí ser mamá joven, pero eso no me detuvo en desarrollarme profesionalmente y demostrarme a mí misma, que se podían hacer ambas.

Yo tengo un modelo de papá y mamá que me enseñaron eso. Ambos trabajaban y eran ala vez figuras muy presentes y comprometidas con la familia.

Estuve viviendo fuera cuatro años, donde tuve la oportunidad de conocer culturas y tendencias que me abrieron la mente. Además de experimentar con algunos proyectos propios. Cuando iba a volver a Chile me propuse que emprendería o me sumaría algún proyecto que estuviese partiendo. ¿Por qué? Porque vi en el emprendimiento una forma de vincular mi interés en generar impacto, y a su vez una forma de ganar la flexibilidad que buscaba; sumado a una oportunidad de aprender de otros, generar colaboración y conexiones y pensar en grande.

– ¿Cómo llegaste a Buk?

Con esa idea en mente, una amiga mía me conecta con Jaime. Nos conocimos en un café, en donde conocí también el proyecto de Buk y me hizo clic enseguida, Vi el valor que tenía al solucionar una necesidad súper concreta. No era algo demasiado irreal, sino que era solucionar un dolor concreto y existente en todas las empresas de Chile. Con una vuelta de tuerca y una mirada más innovadora, incorporando tecnología de vanguardia al área de Recursos Humanos, lograba solucionar un dolor común. Eso fue lo que me hizo sentido, iba a generar un impacto real y concreto. 

Me sumé al equipo, me tiré a la piscina. Era una apuesta arriesgada, porque estábamos recién partiendo. Me hizo mucho sentido el producto y sobre todo equipo y propósito. Al comienzo mi rol fue en conjunto con Jaime, armar el área comercial y de servicio. Pero obviamente como en toda buena startup haciendo de la A a la Z.

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– ¿Tuviste que adquirir nuevas herramientas?

Muchísimas, tenía que tener una visión generalista de todo el negocio y experiencia del cliente y a la vez tomar roles más especializados en ciertas tareas. Recuerdo tener que ver la facturación y cobranza, SII; entre otros. Aprender mucho de Marketing B2B y de todo el mundo SaaS.

– ¿Cómo sortearon los momentos más difíciles que vivieron al comienzo?

Como siempre dicen los emprendedores, emprender es una montaña rusa con altos y bajos. Yo creo que mantener la calma y un temple resiliente es clave para seguir avanzando. Tener claro cuál es tu foco, porque si no, es fácil desconcentrarse con estos altos y bajos.

Es importante apoyarse en el equipo, teniendo claro cuál es el norte. Porque uno tampoco se las sabe todas. Es clave tener la humildad para saber escuchar, pedir ayuda y apoyarse en el resto. Ya sea en tu equipo y/o buscar redes. Siempre hay alguien que ya pasó por tu lugar y te puede escuchar y guiar. Esa es una de las lecciones que el emprendimiento te enseña y es fundamental al momento de pasar por momentos difíciles.

– ¿Cómo ha sido el proceso de gestionar equipos a medida que Buk va creciendo y expandiéndose?

Ha sido un gran desafío. A nadie le enseñan cómo ser líder y de pronto de ser 3 personas pasamos a ser 10, después éramos 50, 100 y ahora somos 1000. Son habilidades que se van trabajando y adquiriendo con el tiempo. En este proceso es importante saber escuchar. Uno no se las sabe todas como líder. Ser cercano, empático y saber delegar también.

Creo que en la medida en que la empresa comienza a crecer, hay un desafío enorme en saber soltar lo que en un momento era tuyo y entender que hay otros que lo harán mejor que tu. Construir buenos equipos es fundamental. Tener un buen proceso de selección y encontrar ese talento en el que puedes confiar y entregar. Por otro lado, es muy importante ir transmitiendo y documentando el conocimiento y la experiencia para explotar el potencial del equipo al máximo.

En 2017 jamás imaginé que íbamos a estar dónde estamos. Es clave confíar en lo que quieres lograr, en tu instinto y creerse el cuento, pero a la vez escuchar, apoyarse, prepararse, estudiar. 

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– ¿Qué mensaje le darías a otros emprendedores?

Encuentra tu propósito, eso que te motiva y te lleva a pensar en grande, a querer generar un impacto. Al mismo tiempo ten la humildad de saber escuchar y aprender de otros. Avanza, pide ayuda, conecta, muévete y sé proactivo. Aprovecha todas las herramientas y posibilidades que se te presentan para aprender y crecer. Trabaja duro, que nadie dijo que el camino era fácil, y creo que los que intentamos emprender lo sabemos. Pero también sabemos pasarlo bien y disfrutar. Cuida el equilibrio.

Estar preparados. Conocerse y conocer sus tiempos. Para que cuando lleguen las oportunidades, sean capaces de aprovecharlas al máximo. Hoy estamos insertos en un ecosistema muy rico para emprender,  existen muchísimas redes, espíritu colaborativo y muchas necesidades que resolver. Es un camino increíble, no por ello fácil; y es que cuando uno quiere lograr algo, cuesta y es parte del proceso; pero sin duda vale la pena.