El margen de contribución es un indicador financiero clave que mide la diferencia entre el volumen de ventas y los costes variables. Es decir, son los beneficios de una empresa, sin considerar los costes fijos.
Elementos claves del margen de contribución
Saber este margen es fundamental para determinar cuánto contribuye cada unidad vendida a cubrir los costos fijos de la empresa y, posteriormente, a generar ganancias.
A continuación te describimos los tres elementos claves:
- Costos fijos. Son aquellos costos que permanecen sin variaciones durante un determinado plazo de tiempo, independientemente del volumen de producción de una empresa. Tanto si la compañía lleva a cabo una producción pequeña como masiva, los costos fijos serán siempre iguales. Un ejemplo de este elemento sería el importe del alquiler del local o establecimiento donde se llevará a cabo la actividad de la empresa.
- Costos variables. Estos sí que varían dependiendo del volumen de producción que se haya dado en un determinado periodo. Si no se produce, no existen costos variables. Sin embargo, cuando la empresa aumenta el volumen de actividad y la producción, también se incrementa el valor de los costos variables. Un buen ejemplo sería el valor de las materias primas que la organización necesita para su actividad.
- Utilidad. Este concepto hace referencia al resultado, en porcentaje, que el producto ha de obtener sobre el costo que se ha invertido.
Fórmula del margen de contribución
El margen de contribución se calcula siguiendo una fórmula sencilla que resta los costos variables del total de ingresos generados por la venta de un producto o servicio.
Hay dos fórmulas para calcular este margen:
- Margen de contribución unitario:
MC Unitario = Precio de venta por unidad − Costo variable por unidad
Este cálculo te indica cuánto contribuye la venta de cada unidad, después de cubrir los costos variables asociados, a los costos fijos y las ganancias de la empresa.
- Margen de contribución total
MC Total = Ingresos Totales − Costos Variables Totales
Otra forma de calcular el margen total es multiplicando el margen de contribución unitario por el número total de unidades vendidas:
MC Total = MC unitario × Total de unidades Vendidas
Este cálculo ofrece una visión general de cuánto dinero está contribuyendo el total de ventas a cubrir los costos fijos y a generar beneficios.
Tipos de márgenes de contribución
Gracias al cálculo anterior, ahora podemos saber con precisión hasta qué punto puede ser rentable nuestro negocio y cuánto podemos invertir.
Con los resultados de las ecuaciones anteriores podemos analizar 3 tipos de márgenes esenciales.
Margen de contribución negativo
Este ocurre cuando los costos variables de producir un bien o servicio superan los ingresos generados por su venta.
Es decir, la empresa pierde dinero en cada unidad vendida, ya que el precio de venta no es suficiente para cubrir los costos variables asociados con la producción del producto o servicio.
Margen de contribución positivo
Este ocurre cuando los ingresos generados por la venta de un bien o servicio superan los costos variables asociados a su producción.
Este margen refleja la cantidad de ingresos disponibles para cubrir los costos fijos de la empresa y, una vez cubiertos, contribuir a la ganancia neta.
Un margen de contribución positivo es fundamental para la sostenibilidad y el crecimiento financiero de cualquier negocio.
Margen de contribución igual al costo fijo
Cuando el margen de contribución es igual al costo fijo, significa que la empresa ha alcanzado su punto de equilibrio.
En este escenario, los ingresos generados por la venta de productos o servicios son exactamente suficientes para cubrir tanto los costos variables asociados a la producción como los costos fijos del negocio, pero no hay ganancias netas.
Este punto es crítico para cualquier negocio, ya que marca el umbral a partir del cual cada unidad vendida adicional contribuye directamente a las ganancias netas de la empresa.
Un buen margen de contribución para una empresa en auge
El margen de contribución emerge como una herramienta financiera esencial, ofreciendo una visión clara de cómo las ventas individuales de productos o servicios contribuyen a cubrir los costos fijos y generar ganancias.
Su correcta comprensión y aplicación permite a las empresas tomar decisiones informadas sobre precios, costos y estrategias de producto, asegurando la sostenibilidad y el crecimiento financiero.
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