iSpace no logra alunizar pero redobla su apuesta lunar

La startup japonesa iSpace falló en su segundo intento de alunizaje, pero avanza en su audaz visión del espacio como nueva economía.

La startup japonesa iSpace acaba de sumar otro hito —y también otro revés— en su camino hacia la economía espacial. Su segunda misión de alunizaje, realizada recientemente como parte del programa Hakuto-R, no logró su objetivo: aterrizar de forma segura sobre la superficie lunar.

Este intento, si bien fallido, no representa un tropiezo definitivo. Por el contrario, la compañía reafirma su compromiso con un plan aún más ambicioso: crear una zona económica cislunar, es decir, una región entre la Tierra y la Luna con oportunidades comerciales sostenibles.

Fracasar para avanzar: el caso iSpace

En abril de 2023, la primera misión de iSpace también terminó en pérdida de contacto justo antes del aterrizaje. Y aunque la tecnología ha mejorado desde entonces, el resultado de esta segunda misión deja claro que las complejidades técnicas del alunizaje robótico aún presentan desafíos importantes.

Sin embargo, iSpace no detiene su marcha. La empresa ya tiene en desarrollo una tercera misión, prevista para 2026, con nuevas actualizaciones tecnológicas para su módulo de aterrizaje. Su visión estratégica va más allá del simple alunizaje: planean brindar servicios de transporte lunar y desarrollar infraestructura en el espacio cercano a la Tierra.

¿Qué tiene que ver esto con las startups latinoamericanas?

Mucho más de lo que parece. Aunque el espacio aún parezca una frontera lejana para nuestra región, iniciativas como la de iSpace inspiran y modelan el tipo de resiliencia, visión a largo plazo e innovación que toda startup necesita. Fracasar –y seguir adelante sin rendirse– es parte esencial del crecimiento en entornos donde la incertidumbre es norma.

Además, Latinoamérica ya está entrando a la conversación espacial con iniciativas públicas y privadas que exploran el desarrollo satelital, la observación terrestre y el uso de datos espaciales para agricultura, meteorología y más. Aprender de casos como el de iSpace nos invita a pensar global, pero empezar desde lo local.

Hoy, más que nunca, queda claro que también existe una “zona económica cislunar del emprendimiento”: un espacio entre la idea y el mercado real, lleno de riesgo, aprendizaje y determinación estratégica.

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