La semana pasada tomamos nuestras mochilas, nuestras ganas de conectar y nos fuimos a Concepción. El equipo de El Ecosistema Startup tenía un desafío claro: llevar nuestra comunidad, talleres y eventos más allá de Santiago, y comprobar si lo que hacemos podría generar el mismo impacto en otra región del país. No sabíamos qué esperar, pero sí teníamos algo claro: si no lo intentas, nunca lo sabrás.
Llegar con dudas y encontrarnos con la energía de siempre
Salir de tu zona de confort siempre trae preguntas. Nos cuestionamos si los emprendedores locales querrían participar, si lograríamos conectar de verdad y si nuestras dinámicas funcionarían fuera de nuestro territorio conocido. Pero había algo que queríamos validar: los problemas, las dudas y los aprendizajes del camino emprendedor son universales, y las ganas de crecer están en todas partes.
Día 1: Preguntas y Piscolas, una conversación honesta 🍸
El jueves en la noche arrancamos con uno de nuestros formatos más queridos: Preguntas y Piscolas. Esta vez, me tocó ser host por primera vez, y aunque había algo de nervios, la experiencia superó todas las expectativas. Entre risas y preguntas abiertas, confirmamos algo poderoso: los problemas que enfrentamos como emprendedores son los mismos en todas partes.
Desde el miedo a fracasar hasta cómo encontrar al equipo adecuado o cómo dar el siguiente paso, las conversaciones fluyeron con honestidad y cercanía. Fue el comienzo perfecto para lo que venía.
Día 2: Una jornada intensa llena de aprendizajes y conexiones 💡
El viernes comenzó con todo. Arrancamos la mañana grabando un podcast con Felipe Díaz, donde profundizamos en los fondos públicos disponibles y cómo muchos founders aún desconocen estas oportunidades para crecer y financiarse.
Después del podcast, nos sentamos en un brunch con un grupo de emprendedores. Fue un espacio de conversación íntima y auténtica, como una mezcla entre Cafecito Startup y un Fuckup Nights improvisado. Las historias que surgieron nos recordaron que el camino del emprendimiento está lleno de desafíos, pero también de momentos de contención que nos hacen sentir menos solos.
Más tarde, hicimos una pausa para enfocarnos en algo que a veces dejamos de lado: el bienestar personal. Junto a Diego Rojas, realizamos un taller de wellness enfocado en la salud mental y física de los emprendedores. Nos detuvimos a respirar, a reflexionar y a recordar que cuidarnos a nosotros mismos es tan importante como hacer crecer nuestros negocios. Fue un momento para reconectar con nosotros mismos en medio del ajetreo.
Por la tarde, seguimos con un workshop de modelos de negocio junto a Federico Iriberry de Broota. Fue un espacio donde combinamos nuestras miradas: Fede desde la perspectiva del inversionista y yo desde el storytelling y la experiencia de emprender. La participación y las preguntas del grupo nos confirmaron lo que sospechábamos: el talento está en todas partes, solo necesita el espacio adecuado para florecer.
Para cerrar el día, hicimos una trivia de emprendimiento nuevamente con Felipe Díaz, donde además de aprender y reírnos, profundizamos en temas de fondos públicos y su impacto para los emprendedores locales.
Día 3: Surf, trekking y la importancia de conectar fuera del trabajo 🏄♂️
El sábado, para finalizar el viaje, nos fuimos a Purema. Nos esperaban el surf, el trekking y un buen asado al aire libre. Más que un momento de descanso, fue una oportunidad para conectar como equipo y con los emprendedores que nos acompañaron. Estar en la naturaleza nos recordó algo importante: la comunidad no se construye solo en eventos o en espacios de trabajo; también se fortalece en momentos donde simplemente somos personas, no roles.
Tres aprendizajes que nos llevamos de Concepción
Si tuviera que resumir lo que nos dejó este viaje, serían estas tres grandes lecciones:
1️⃣ La comunidad emprendedora no conoce fronteras. Las ganas de crecer, aprender y conectar están presentes en todas partes. Muchas veces, lo único que falta son espacios donde esas ganas puedan canalizarse y potenciarse.
2️⃣ Probar nuevos formatos siempre vale la pena. Desde un Preguntas y Piscolas hasta un taller de wellness o una trivia, experimentar y salir de lo común nos permitió conectar de manera más profunda y auténtica.
3️⃣ El impacto no siempre se mide en números. A veces, una conversación honesta, una pregunta inesperada o una conexión genuina puede cambiar la perspectiva de alguien. Ese tipo de impacto también cuenta, y mucho.
Crear comunidad es cuestión de intención, no de geografía
Salir de Santiago nos confirmó algo que ya intuíamos: crear comunidad no depende del lugar, sino de la intención con la que lo haces. Las problemáticas que enfrentamos como founders, las dudas, los miedos y los aprendizajes son los mismos, sin importar si estás en la capital o en cualquier otra región.
Concepción nos recordó por qué hacemos lo que hacemos: crear puentes, compartir aprendizajes y generar espacios para que las ideas y los emprendedores puedan crecer.
Conclusión: ¿Y si seguimos construyendo juntos?
Esta fue solo la primera experiencia de llevar El Ecosistema Startup fuera de Santiago, pero no será la última. Porque si algo quedó claro es que las ganas de construir, aprender y conectar están en todas partes.
¿Qué opinas? ¿Crees que podemos llevar esto a tu ciudad? ¡Nos encantaría escucharte! 🚀
POV escrito por:
Cristian Tala
Fundador de El Ecosistema Startup 🚀
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