La cultura startup no es solo ping pong y café. Implica liderazgo, visión y adaptabilidad.
Cuando se habla de cultura startup, muchas veces lo primero que viene a la mente son oficinas con juegos, horarios flexibles, prendas cómodas o espacios de coworking con café de especialidad. Pero esta imagen popular está lejos de capturar la esencia real de cómo se construye y mantiene una cultura sólida dentro de una startup.
Una reflexión clave publicada por el diario Gestión el 24 de junio de 2025, bajo el título “Cultura startup: más que una mesa de ping pong”, nos recuerda que estos elementos visibles son solo la superficie. La cultura real se evidencia en cómo se toman decisiones, cómo se prioriza el cliente, cómo se lidera un equipo y cómo se enfrentan los errores.
¿Por qué es tan importante la cultura en una startup?
En etapas tempranas, las startups atraviesan incertidumbre constante. Aquí la cultura no solo cohesiona al equipo, sino que también orienta decisiones en ausencia de procesos definidos. Una cultura fuerte permite actuar rápido, adaptarse y sostener la visión original incluso cuando las circunstancias cambian.
En el contexto de Latinoamérica, donde las startups enfrentan desafíos estructurales como el acceso a capital, la formalización y barreras regulatorias, tener una cultura basada en valores sólidos puede hacer la diferencia entre escalar o desaparecer. No se trata de imitar el estilo Silicon Valley, sino de desarrollar identidades propias, alineadas al propósito regional.
Más allá de los beneficios llamativos
Los “perks” —como viernes cortos o snack ilimitado— no construyen cultura por sí solos. Según el artículo de Gestión, la cultura debería reflejarse en cómo la empresa aprende de sus fracasos, cómo promueve la responsabilidad individual y, especialmente, en cómo las personas entienden el porqué de su trabajo. En otras palabras: propósito, liderazgo horizontal, aprendizaje continuo y confianza.
Un llamado al ecosistema startup latinoamericano
Las startups en la región tienen la oportunidad —y el reto— de construir culturas organizacionales que trasciendan las apariencias. Liderar con el ejemplo, comunicar con claridad y fomentar la autonomía son pilares para cualquier emprendedor que quiera generar impacto sostenido.
Si estás emprendiendo o invirtiendo en Latinoamérica, reflexiona: ¿tu startup tiene una cultura clara o solo sirve buen café?
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