SoftBank vende su participación en Nvidia: impacto y estrategia

Contexto estratégico: Por qué SoftBank vende su participación en Nvidia

La reciente venta por SoftBank de su totalidad de acciones en Nvidia por $5.830 millones de dólares marca un punto de inflexión en la estrategia global del Vision Fund. Históricamente, SoftBank había vendido su participación en Nvidia en 2019 para protegerse de caídas en el precio de las acciones, perdiéndose luego el crecimiento explosivo de la compañía en la era de la inteligencia artificial. En 2025, tras volver a incrementar su exposición, decide nuevamente ajustar su portafolio y liberar capital significativo.

El giro hacia la inteligencia artificial y la reestructuración del Vision Fund

Masayoshi Son, CEO del grupo, está redefiniendo prioridades: menos diversificación, más concentración en apuestas de alto impacto como IA, TSMC, OpenAI y Oracle. El Vision Fund ha logrado en este semestre monetizar activos por cerca de $2.000 millones de dólares, en parte gracias a la venta de Nvidia y desinversiones en T-Mobile, redirigiendo recursos a nuevas iniciativas como el ambicioso proyecto Stargate (centros de datos ligados a IA en EE.UU.). Todo esto, acompañado por recortes de personal en el Vision Fund, apunta a una mayor disciplina financiera y alineación estratégica.

Implicancias para el ecosistema tecnológico global y LATAM

La estrategia de SoftBank impacta a nivel global y regional. En Latinoamérica, el ritmo de nuevas inversiones ha bajado desde 2021, priorizándose la gestión activa de portafolio y el impulso de salidas (exits) de grandes inversiones como Pismo (vendida a Visa). Para el bienio 2025–2026, SoftBank busca acelerar más exits y enfocarse en consolidar a sus mejores compañías regionales. Aproximadamente un 70% del capital fresco se destinará al refuerzo de participadas existentes, mientras que solo el 30% irá a nuevas oportunidades, reflejando un enfoque más conservador y selectivo.

Oportunidades y retos para founders y startups latinoamericanas

Para founders de la región, esta evolución significa dos cosas claves: mejores condiciones de salida y liquidez si ya están en el portafolio de grandes fondos, pero un acceso más restringido a nuevos recursos si son startups emergentes. La maduración del ecosistema, empujada por la disciplina inversora de jugadores internacionales, puede elevar la vara en términos de modelo de negocio, escalabilidad y rentabilidad exigida.
La tendencia de SoftBank a priorizar IA y megatendencias globales también puede desviar recursos del tech LATAM hacia apuestas más seguras y consolidadas, aunque abre la puerta a alianzas transversales y aprendizajes de escala global.

Conclusión

La venta de SoftBank en Nvidia es mucho más que un movimiento financiero: evidencia el salto hacia una estrategia disciplinada, enfocada en IA y monetización eficiente. Para startups y founders LATAM, el desafío es captar la atención de inversionistas cada vez más selectivos y preparados para apoyar scaleups que puedan crecer y triunfar globalmente.

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