Por Paulina Carrasco, fundadora de Nünüart.
Estoy llena de marcas de guerra, de haberme equivocado mucho, de que aun no encuentro bien la forma, me moviliza tanto el tema con el que trabajo, que me lleva a escribir aquí sobre: ”Las relaciones humanas”.
Entonces les quiero contar, mi sueño es poder entregar las herramientas necesarias para que cada persona pueda llevar su vida sexual y relacional, con sigo misma y con los demás, de la forma más sana posible y pueda tomar las mejores decisiones al respecto, evitando así un montón de dolores bastante ocultos, ¡incluso más que los de las startup fijate tu! Me moviliza tanto el hecho de poder hacer ver a una persona lo importante y el gran impacto que tiene su sexualidad sobre su vida diaria, que de verdad no me rindo, y creo que encontraré alguna forma de llevar esto a la mayor cantidad de rincones posibles tal como lo sueño…
¿Entonces? ¿me viene a hablar de sexualidad? ¿y qué tiene que ver esto con una startup o con mi equipo? ¿qué tiene que ver con el éxito de mi startup?
Bueno, aquí volvemos a las personas, y es que no solo basta con una visión como combustible, a eso debemos sumarle buenos engranajes y eso queridos míos, solo se logra con buenas relaciones humanas, con buena comunicación, con saber que pasa con cada una de las personas de nuestro equipo, con que cada engranaje (personas) de nuestro equipo tenga un sostén humano, y es que biológicamente hablando funcionamos mejor cuando tenemos oxitocina en el cuerpo, somos capaces de tolerar más presión, pensamos con más calma, resolvemos mejor los conflictos con otras personas.
Esto responde a nuestra naturaleza de ser mamíferos, la sexualidad de una persona tiene todo que ver con el apego y con cómo nos sentimos con nosotros mismos y cómo lo compartimos con los que nos rodean. Y el apego no es nada más que la forma en que otro ser vivo, en este caso persona, responde a nuestras necesidades (pueden ser de todo tipo) y es que la forma natural de sobrevivencia es en manada, y en manada funcionamos mejor, sí suena muy salvaje, pero estamos configurados genéticamente así, al menos por unos miles de años más. Es por esto que necesitamos la validación/aceptación, cariño y empatía de nuestro entorno, tanto de nuestro equipo, socios, inversores como el ecosistema que nos rodea, en resumen necesitamos la construcción de relaciones de apego sano y seguro, además de una buena autopercepción.
Volviendo al estudio de Rockstar, curiosamente ellos nos cuentan que los emprendedores con mejores resultados son aquellos que logran construir un capital relacional a largo plazo y que entienden dichas relaciones como una tarea clave que no puede ser transaccional; que los founders que tienen equipos que no se disolvieron y terminaron con la misma cantidad de socios que al inicio, expresan tener menos estrés u otros problemas de salud mental y nos comentan que esto es lógico, pues en la medida en que un equipo permanece unido aun en momentos de dificultades, los fundadores pueden desahogarse y encontrar apoyo en los demás socios y por ende, sobrellevar la situación de una mejor manera; y que han tenido casos en donde hay startups a punto de liquidarse y resolviendo los problemas entre el equipo lograron encontrar un pivote y un camino para continuar con la empresa.
Por otra parte, nos mencionan que el 83.3% de las startups que fracasan uno de sus founder había abandonado la compañía antes de que cerraran y que, en promedio, estos fundadores abandonaron el negocio a los 14.4 meses de que iniciara, lo cual es relativamente temprano para un compromiso que debía ser de vida y que muchas veces tarda entre 7 y 10 años para tener algún éxito.
Imagínense lo doloroso que puede ser esto, si es que ya no lo han pasado, este abandono se puede asimilar al de una pérdida, en términos técnicos. A esto se le llama proceso de desapego, un proceso neurobiológico en que una persona deja de recibir la satisfacción necesidades que antes si se tenía (aunque sea en este caso de relación laboral), que en el caso humano llega a ser tan complejas como querer opinión sobre temas, contar con apoyo, o presencia para sentir seguridad incluso en reuniones o presentaciones importantes. Cuando ocurren estos desapegos en el equipo queda “una pata floja” y según Rockstart en donde parece que el problema es de negocios, en la realidad es que el problema es emocional y humano. Coincido con ellos, en que las personas siempre buscamos respaldo en los demás, sobre todo con quienes compartimos tiempo y proyectos importantes, cuando un founder siente que su socio no lo entiende, el negocio decrece y se ve afectado, esa sensación de abandono provoca procesos neurológicos desfavorables para la buena toma de decisiones.
De todo esto me queda guardadito en la alegría y en la reflexión, que a pesar de estos dolores que tienen que ver con las caídas, el 85% de nosotros volveríamos a emprender, lo que me dice, y en donde me siento incluida, que tomamos cada golpe como una oportunidad de aprendizaje para hacerlo cada vez mejor
Dejo abierta entonces las reflexión sobre cómo estamos cuidándonos como founders, cómo estamos cuidando a otros founders. Creo que deberíamos cuidar y respaldar a las personas detrás de grandes ideas, ellos suelen hacerse los valientes. ¿Qué estamos haciendo al respecto? Y es aquí donde vuelvo a agradecer a estos chicos de El Ecosistema Startup por levantar esta iniciativa, y espero con esta columna llegar algunos poquitos que entreguen un granito de arena a los founders que tengan cerca. A veces sólo escuchar desde la empatía y el cariño hace la diferencia en el día de ese fundador, a tener un día más productivo con su equipo, e incluso a dormir mejor. Si eres familia o amigo de un founder sean empáticos. ¡Cuidenlos!
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