Por Andrés Pumarino, abogado especializado en Derecho y Tecnología.
La pandemia nos ha dejado una gran lección y mostrado diversos problemas, pero también nos abrió oportunidades increíbles. Nos dimos cuenta que podamos salir fuera de Chile y exportar no solo productos también servicios.
Las exportaciones chilenas de servicios alcanzaron los US$ 2.150 millones en el tercer trimestre del 2022, anotando un crecimiento del 44% respecto a igual período de 2021, el mayor registro trimestral de los últimos tres años y medio. Con ello, el sector acumuló retornos por más de US$6 mil millones entre enero y septiembre de 2022 – también un 44% por sobre las cifras del año previo-, las exportaciones de intangibles retomaron con fuerza los niveles previos a la pandemia.
Una las áreas que tiene más potencial es la de los servicios tecnológicos, que experimentaron un el alza de los envíos de servicios financieros, logísticos, publicidad, animación, estudios de mercado, audiovisuales y asesorías.
Este es el mundo del ecosistema digital que debemos ser capaces de abordar para dar pronta respuesta a los requerimiento que hoy son globales. Nuestro mercado no solo es Chile sino que el mundo entero, por lo que debemos ser capaces de utilizar de manera ágil los diversos acuerdos internacionales que nuestro país ha firmado en los últimos años. Ahora es cuando debemos ser visionarios y ágiles para enfrentar el desafío de encontrar nuevos clientes en el ecosistema digital que la pandemia ha instalado a nivel global.
Para salir al exterior debemos estar preparados. La vitrina de la empresa es su página web y el activo más valioso que tienen son los datos, pero nuestro país tiene aquí un desafío al no estar nuestra legislación actualizada para el entorno digital global, en especial cuando se tratan datos personales. Es por que se hace necesario avanzar en la reforma a la ley 19.628 sobre protección de datos. También deberemos estar atentos a las exigencias del Sernac en virtud del artículo 15 bis y la protección de datos en las empresas relacionadas al consumo.
Muchas empresas medianas no tienen políticas de privacidad o no cumplen con estándares básicos que piden diversos países de la región y también a nivel Europeo y de Oceanía. Más de alguna empresa ha sufrido una decepción al querer hacer negocios con Europa y le consultan por sus políticas de privacidad, si está certificada ISO/IEC 27.001.
Ante la ausencia de un regulador en protección de datos, muchas empresas no se han preparado para hacer frente a los requerimientos que piden a nivel internacional diversas legislaciones, como por ejemplo el Reglamento General Europeo de Protección de Datos y las diversas leyes de países de Latinoamérica que se han publicado recientemente en Brasil, Ecuador, Panamá y otros que ya tienen un tiempo como Argentina, Perú, Colombia, México y Uruguay.
Las empresas tienen un gran desafío para adecuar su compliance interno a las exigencias de la región y de otros continentes, especialmente si buscan crecer en servicios para la economía digital que estamos viviendo.
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