Chile es uno de los principales productores de vino del mundo, representando el 0.5% del PIB, representando una industria avaluada en más de cinco mil millones de dólares, con más de 100.000 hectáreas de viñedos, lo que representa el 1,3% de la superficie agrícola del país.
De hecho, desde 1998 a la fecha, la producción se ha triplicado con vinos dulces, denominación de origen, blancos, espumosos, rosados y salvajes. La gran variedad hace que miles de personas visiten los viñedos o el país solo por el vino, ante esta gran oferta poder encontrar uno para la cena o para disfrutar con amigos te puede llevar horas en una góndola.
Este fue el motivo e inspiración para que un grupo de chilenos mezclara la Inteligencia Artificial en la elección de esta bebida, “queríamos solucionar un problema que nos ha pasado a todos, elegir un vino para una ocasión especial o simplemente para degustar, y gracias a la adaptación que logramos con IA logramos crear un sistema que en cosa de segundos entrega tus vinos ideales,” señala Andrés Dougnac, cofundador de Ewine.
Dougnac explica que el algoritmo de Ewine “se ajusta con el tiempo, aprendiendo y adaptándose a las preferencias de los clientes a medida que recopila más datos”. Por ejemplo, “un amante de la carne o los vinos con cuerpo puede recibir recomendaciones de Cabernet Sauvignon, mientras que alguien que prefiere vinos más ligeros podría recibir sugerencias de Pinot Noir”.
Una experiencia personalizada y moderna
En el corazón de la experiencia única que Ewine ofrece yace la inteligencia artificial, una herramienta que redefine la relación entre el consumidor y sus preferencias. Esta tecnología innovadora transforma una simple suscripción mensual en un viaje de descubrimiento personalizado. Desde la evaluación inicial de gustos hasta la selección precisa de vinos, la inteligencia artificial se convierte en un socio silencioso pero poderoso en la búsqueda de satisfacción del cliente.
A medida que los suscriptores exploran, prueban y califican los vinos sugeridos, la IA aprende y se adapta, esculpiendo recomendaciones cada vez más afinadas. En este panorama, la inteligencia artificial trasciende su función tradicional y se convierte en el maestro de ceremonias de una experiencia vinícola única y en constante evolución, enriqueciendo la conexión entre el aficionado al vino y su deleite personalizado.
¿Cómo funciona? Ingresa a la plataforma de Ewine, se debe realizar un cuestionario interactivo, donde se puede personalizar el perfil de cada visitante, permitiendo que el algoritmo de inteligencia artificial recomiende vinos específicos basados en sus preferencias y características personales. Preguntas aparentemente no relacionadas con el vino, como los gustos de café, pueden proporcionar información clave sobre las características deseadas en un vino, como el cuerpo, la intensidad y la astringencia.
La plataforma ha establecido asociaciones con más de 60 viñedos, incluidos nombres destacados como Santa Rita, Viña Aresti y Concha y Toro. Además, Ewine también ha colaborado con pequeños productores para garantizar una representación equitativa, una amplia variedad de opciones y fomentar una competencia justa.
¿Beneficios por tomar vino? La ciencia dice que sí
Siempre con un consumo moderado, el vino puede traer beneficios para la salud, la enfermera magíster en salud pública, María Francisco Bustamante, coordinadora de Innovación en Colaboramed, explica que uno de los efectos positivos es “efecto cardioprotector (disminuye el colesterol LDL, aumenta el HDL, disminuye la agregación plaquetaria), favorece la digestión, actúa como profiláctico en las úlceras de estómago, es antioxidante, previene distintos tipos de cáncer, disminuye la glucemia y la resistencia a la insulina”.
También, recomienda consumir alcohol entre comidas: “Nunca con el estómago vacío. Tampoco se debe consumir nada de alcohol si se va a conducir después o si se tienen antecedentes personales de enfermedad mental o algún tratamiento médico”, explica la experta.
“Entre los diversos beneficios estudiados del consumo moderado de vino, se destacan aquellas relacionadas con la salud cardiovascular, ya que se ha observado una disminución en el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, los polifenoles del vino, en particular, demuestran una capacidad protectora para el revestimiento de los vasos sanguíneos del corazón”, agrega Laura Mogollón, nutricionista de Ok To Shop.
Otro aspecto beneficioso que ha sido objeto de estudio en relación con el consumo moderado de vino es su influencia positiva en la salud cerebral. “Concretamente, se ha asociado el consumo de vino tinto con la reducción del riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y la demencia”, continúa Mogollón. Además, se ha planteado una correlación entre el consumo de vino tinto y la disminución del riesgo de padecer trastornos inflamatorios gastrointestinales, como también se ha asociado a un aumento de la longevidad.