Al momento de levantar capital, la apertura bursátil para una startup constituye una decisión estratégica que ayuda a consolidar su posición en el mercado y acelerar el crecimiento. Y no sólo brinda oportunidades de financiamiento, sino que también puede generar visibilidad, confianza y credibilidad entre inversores y clientes.
En los últimos dos años, cinco startups han optado por salir a bolsa, entre ellas ZeroQ, especializada en la automatización de canales de atención al cliente, que en julio pasado concluyó un exitoso proceso de colocación de acciones, por US$3 millones, mediante ScaleX, plataforma de la Bolsa de Valores de Santiago, orientada a startups.
“Este es un hito tremendamente importante para cualquier empresa, ya que avala la trayectoria de crecimiento y las utilidades de las organizaciones, algo muy escaso en las startups”, señala Ernesto Erdmann, cofundador y CEO de ZeroQ. Añade que una startup con “una estrategia sólida y una ejecución diligente, puede aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece la salida a bolsa para impulsar su éxito y dejar una huella duradera en el mercado”.
Según explica el ejecutivo, para una startup recurrir al mercado bursátil tradicional resulta mucho más complejo, principalmente por los montos involucrados. Sin embargo, el uso de la plataforma ScaleX facilita el proceso de levantar financiamiento y constituye una alternativa al venture capital o al crowdfunding. “Además, tiene el beneficio de que permite acercarse a otros inversionistas, que no son el estándar de quienes invierten en las startups, junto con un importante efecto reputacional”, indica.
Por eso, el proceso de fusión en curso de las bolsas de Santiago, Lima y Colombia, cuya materialización se prevé para 2025, a juicio de Erdmann abrirá un mayor espacio y oportunidades de acceder a capital para el ecosistema emprendedor. Según se estima, la futura bolsa integrada podría triplicar su volumen diario de operaciones, que hoy es de US$200 millones, con transacciones simultáneas en los tres países.
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Beneficios
Ante ello, Erdmann sostiene que las startups deben evaluar los beneficios que, para su desarrollo como empresa, tiene la incursión en el mercado bursátil. Además del acceso a capital mediante la emisión de acciones, que permite financiar proyectos o expandir operaciones, la apertura bursátil también puede generar liquidez para los inversores iniciales y/o empleados con participación, haciéndola más atractiva para talentos clave.
Otra ventaja es que, al cotizar en bolsa, su visibilidad como empresa aumenta y mejora su imagen de marca, lo que facilita la atracción de nuevos clientes, potenciales socios y nuevos talentos, dándole una mayor legitimidad y confianza pública. Además, sus acciones pueden ser utilizadas como moneda de adquisición, permitiendo futuras fusiones o compras estratégicas.
«Para las startups que contemplan la posibilidad de salir a bolsa, la preparación y la ejecución son fundamentales. Antes de dar este paso significativo, es imperativo contar con estados financieros sólidos y transparentes. Además, una estrategia de comunicación clara y una comprensión exhaustiva de los requisitos normativos son esenciales”, explica. También recomienda establecer prácticas sólidas de gobierno corporativo, ya que son factor clave para ganar la confianza de los inversores y sortear con éxito en los rigurosos procesos de revisión que acompañan a la salida a bolsa.
A través de Scalex, ZeroQ abrió su libro de órdenes el 17 de julio pasado para la compra de acciones, luego de una intenso roadshow previo. Las principales fortalezas expuestas a los inversionistas eran Ebitda positivo durante los últimos cinco años y una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) de 116%.