Los pivotes y obstáculos que vivió Rantiq para lograr su versión 2.0

Mientras muchos estaban adaptándose a la nueva realidad que nos trajo la pandemia, en Argentina, Pablo Ávalos y Paul Marclay, estaban creando la primera versión de Rantiq: un comparador de precios de productos que vendían los supermercados y las tiendas mayoristas del país trasandino.

Y pongo énfasis en la frase primera versión, porque desde su creación -en el 2020-, tendría diversos cambios que lo llevarían a encontrar el camino perfecto.

Si bien Rantiq nació como un consultor de precios, luego mutó a una plataforma donde las personas podían comprar los productos más baratos. “Vendíamos al público como si fuéramos un supermercado más (ofreciendo el precio más bajo de cada producto) sin tener la mercadería y lo loco de todo esto es que vendíamos! Acumulábamos pedidos y una vez a la semana mandábamos a ‘nuestros shoppers’ a comprar la mercadería a los lugares donde sabíamos que estaban más baratos para luego traerlos a mi casa y armar los bultos para despacharlos o llevarlos a cada cliente”, relata Pablo.

En el papel parecía una gran idea, pero en la práctica la logística complicó a los emprendedores a seguir con este modelo de negocio que sólo duró cuatro meses.

“Ese modelo de negocio era muy interesante pero requería mucha logística y dedicación y en plena pandemia era muy difícil. Duró apenas 4 meses, debido a la falta de tiempo y recursos económicos para dar a conocer nuestra marca. Además tuvimos la desvinculación de dos de mis compañeros de la maestría, que decidieron no seguir en el proyecto”, explica Ávalos.

Al quedar sólo Pablo y Paul en el negocio, parecía una misión casi imposible seguir con el servicio, por lo que decidieron parar y analizar si continuarían con Rantiq o no. Estaban en ese periodo de reflexión, cuando Pablo tuvo una idea:

“Viendo las noticias, recuerdo que vi una nota en la que contaban la historia de una mujer, que debido a la pandemia, se había quedado sin trabajo y tuvo que emprender, poniendo un Kiosco ventana en su hogar. Sin tener experiencia en el rubro, sin saber a dónde ir a comprar los productos y sin saber a qué precio venderlos en su negocio. Fue en ese momento que me dije a mi mismo. Con Rantiq podría ayudar a esta mujer y… quizás a muchas otras personas que padecen la misma situación”.

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Ese fue el comienzo de Rantiq 2.0 y de la transformación a un modelo de negocio B2B, ofreciendo un servicio de asesoría especializada en Kioscos y Despensas de barrio.

“Empezamos a reunirnos nuevamente con Paul a principios de 2021. Comenzamos a charlar con kiosqueros y almaceneros de barrios para entender sus problemáticas y poder confirmar si nuestra solución les resultaba útil”, recuerda el cofundador de Rantiq.

Y agrega: “Investigamos el mercado y detectamos que existen varias empresas que ofrecen comparadores de precio e inclusive marketplace que se enfocan en ofrecer productos para kioscos y almacenes. Creo que Rantiq se destaca del resto, por ofrecer un conjunto de soluciones y el mejor asesoramiento para que los comercios de cercanía puedan comprar y vender mejor, haciendo uso de la tecnología y la información actualizada”.

Aún no levantan capital, pero sí han optado por créditos de uno de los principales Cloud a nivel mundial, eso les permite tener sus servidores y bases de datos montados de forma segura y eficiente hasta el año 2025.

Además lanzaron su MVP de forma gratuita y obtuvieron más de 100 usuarios orgánicos en dos meses. De forma paralela están en conversaciones con los directivos de UKRA (Unión de Kiosqueros de la República Argentina) para formar una alianza estratégica que les permita tener concto directo con sus potenciales clientes. Y así alcanzar el 5% de los más de 100.000 kioscos registrados en el país.

“Dentro de nuestro roadmap 2024-2025 tenemos pensado ampliar nuestros servicios, enfocándonos 100% en ofrecer soluciones que ayuden al crecimiento de los kiosqueros y almaceneros de barrio. Y como nuestro modelo de negocio, así como la tecnología que desarrollamos es escalable, esperamos poder entablar relaciones con posibles Partners interesados en llevar Rantiq a otros países de la región”, asevera Ávalos.

Respecto a su aprendizaje durante estos tres años emprendiendo, Pablo, dice que es muy complejo tener una idea y no saber capitalizarla o no contar con apoyo necesario para poder concretarla. “Hoy con el diario del lunes, y después de muchas noches de insomnio…si pudiera volver al pasado y hablar con mi Yo del 2020 le diría: “Pablo, enfócate en el problema que querés resolver y en las personas que querés ayudar con lo que tenés para ofrecer. Ese es el camino…”.