Con el foco puesto siempre en la energía, María Luisa Lozano (CEO y fundadora) junto a su equipo vieron una oportunidad en la gestión de la energía y en las herramientas que necesitaban las empresas para mostrar sus avances en temas de sustentabilidad, desde una perspectiva imparcial, evidenciando avances cuantitativos. Fue así como nació EMMA Energy, empresa que cuenta con una plataforma que funciona como una asistente 360 para optimizar el uso de la energía.
“Las herramientas disponibles como Excel o bases de datos no cubrían todo el espectro de necesidades de las empresas y con eso estábamos lejos de poder tener los resultados que se esperaban, es decir, lograr mejorar en un 30% promedio la eficiencia energética”, dice Lozano.
Revisa esta noticia: La startup que ofreció su tecnología para evitar nuevas intoxicaciones alimentarias en Santiago 2023
Considerado esto, decidieron a crear EMMA Energy, con María Luisa como fundadora y el ingeniero civil electrónico Miguel Lozano como cofundador, con quien “recorrimos un montón de empresas, de distintos tamaños y rubros, conociendo diferentes realidades, pero que convergen en la misma necesidad. Así le dimos forma a lo que debía ser EMMA y para materializarla, sumamos al equipo fundador al ingeniero en Computación Luis González, que estaba justo en su doctorado de Inteligencia Artificial”.
Si bien el principio fue lento, porque comenzaron casi junto con la pandemia y eso los ralentizó un poco al comienzo, fueron fieles a su propósito y siguieron adelante, adaptándose.
De acuerdo con Lozano, “la plataforma se encarga del monitoreo con algoritmos que predicen el consumo de energía en función del uso que se le está dando. Con esta información va alertando sobre desviaciones para luego entregar recomendaciones personalizadas a cada empresa para aumentar la eficiencia energética. Cuando el usuario decide implementar alguna mejora, el gestor de metas les permite organizar las actividades y también verificar los resultados. Con esto cubrimos todos los aspectos necesarios para tener resultados”.
De esta forma, de pequeñas a grandes empresas se pueden beneficiar con esta plataforma, especialmente aquellas que más hacen uso de la energía, como las vinculadas con la minería, manufacturas, alimentos, retail y transporte.
No dejes de leer: Startups presentarán sus pitches previo al primer levantamiento de capital durante ETM Day
En pleno crecimiento, la startup cuenta con seis clientes y está siendo acelerada por Aster. Cuenta con un modelo SaaS de suscripción mensual, en que el cliente escoge las áreas donde quieren aplicar EMMA y el servicio se habilita para cada una de esas áreas, dando la posibilidad de agregar nuevas a medida que lo van requiriendo.
De esta forma, “es posible ir monitoreando el desempeño de manera específica y recibir las recomendaciones para disminuir el consumo de energía de manera personalizada”, explica Lozano.
Conocimiento y redes
En un principio, para desarrollarse, hicieron pruebas piloto en los sectores de agroindustria y en minería, lo que les ayudó a validar su producto. Y en 2022, se lanzó oficialmente y se incorporaron los primeros clientes, que provienen de diferentes sectores, que han ido aumentando y aportando conocimientos sobre sus necesidades.
“Al principio, estábamos más enfocados en cómo iba a funcionar la tecnología, que pudiésemos incorporar cualquier fuente de energía y en la integración con los usuarios, etc. Ahora que ya tenemos eso, por lo que nuestro foco es apoyar de mejor manera el éxito de nuestros clientes, es decir, que logren disminuir mucho más el consumo de energía y que sea sencillo para ellos también poder contar con la información necesaria”, indica Lozano.
En cuanto a financiamiento, tuvieron el apoyo de Corfo. Y en agosto de 2023, al llegar a la aceleradora Aster recibieron US$15.000 del Fondo Copérnico de BHP. “Esperamos cerrar en los próximos meses nuestra primera ronda de financiamiento, enfocada en la consolidación en el mercado nacional”, comenta la fundadora.
En este aspecto, Lozano cuenta que “el financiamiento con capital de riesgo es complejo para una startup como la nuestra. En Chile no es común tener emprendimientos en deep tech que tengan como mercado a grandes empresas, entonces, te encuentras con que hay expectativas diferentes. Por ejemplo, respecto de los ciclos de venta, que siempre se encuentran muy largos. Pero a diferencia de otras industrias, los tickets justifican completamente el proceso”.
Te puede interesar: El evento más grande de Latinoamérica: cómo el «asadito» se transformó en Emprende Tu Mente
Con respecto a su crecimiento, aprovecharon que tenían el conocimiento y las redes en la industria para comenzar a trabajar con clientes con los que ya tenían contacto o llegaban recomendados. Ahora, están enfocados en trabajar otros canales de ventas. “Sabemos que estamos en un sector de ventas corporativas, conocemos los procesos de compra y los roles involucrados, así que nuestro crecimiento va por trabajar esos canales. El contacto directo de los fundadores aún es importante en esta etapa”, comenta Lozano.
«En una etapa de crecimiento, toca negociar más pilotos o pruebas, porque las grandes empresas necesitan probar antes de comprometer una operación completa. Eso también es algo a lo que los inversionistas no están tan acostumbrados», dice la fundadora.
No dar nada por hecho
Si bien María Luisa tenía experiencia emprendiendo, en este proceso ha absorbido junto a su equipo una enorme cantidad de aprendizaje. “Cuando partimos, pensábamos que lo nuestro terminaba cuando al cliente le llegaba la clave de acceso, porque después de eso el cliente podía seguir solo, pero ahora ya sabemos que no es así, que necesita ciertas cosas de nuestra parte para facilitar la adopción de la tecnología”, explica.
Esto la llevó a entender que no hay que dar por sentado que la tecnología por sí sola dará resultados, sobre todo cuando se desarrolla un servicio o producto para que las personas lo usen y les facilite su trabajo.
Además, destaca que es importante creer en lo que se hace y en el propósito, ya que eso permite tener la flexibilidad para adaptarse y salir de la zona de confort, por muy innovadora que sea la idea y ver más allá del plan inicial.
¿No lo sabías? WeWork: De una valoración de US$47.000 millones a declararse en bancarrota
“Varias veces con el equipo hemos dicho ‘es que al principio lo teníamos pensado de esta manera’, y ahí es donde alguien más siempre responde ‘sí, pero ahora, con lo que sabemos, deberíamos enfocarlo de esta manera’. Eso es algo que sólo puedes hacer, cuando tienes el propósito claro, que en nuestro caso es que creemos que podemos cambiar el mundo, para mejor. Podemos controlar la energía que nos mueve y lo haremos para mejor”, dice.
Con ventas de alrededor de US$10.000 hasta la fecha y con un flujo mensual de ingresos por US$2.000, EMMA Energy espera a fines de 2024 duplicar sus clientes y entrar en la gran minería. Todo esto, en busca de consolidar la startup dentro de Chile y de ahí avanzar de hacia el mercado internacional. “Hay varios países en Latinoamérica que son interesantes, aunque todavía no descartamos saltar directo a Europa, eso es algo que estamos estudiando y vamos a definir a mediados de año”, concluye la fundadora.