Después de un año y unos meses desde su creación, BondUp ya cuenta con 3.300 usuarios en Chile, a nivel B2C y en los próximos días, darán inicio a su primera ronda de levantamiento de capital con inversionistas ángeles.
Y su cofundadora y CEO tiene claro qué es lo que buscan. “Buscamos gente visionaria que vea el impacto que estamos generando, el dolor que estamos cubriendo y la relevancia de lo que hacemos. Hoy es la oportunidad de entrar en forma temprana, ser pioneros en apoyarnos y ser parte de esta gran oportunidad”, asegura Michelle Schnitzer, de 29 años.
Pero la historia detrás de esta startups parte desde la experiencia personal de esta ingeniera comercial de la Universidad del Desarrollo. Su “bobe”, quien lleva más de 10 años en un hogar de adulto mayor fue la clave para entender la profunda soledad que enfrenta la gran mayoría de los abuelitos a diario.
“Fui testigo, fue algo que me removió y por lo mismo, empecé a involucrarme más en ese mundo haciendo diferentes voluntariados en la red ELEAM e investigando las iniciativas que existían en otros países”, relata Schnitzer.
Ahí se dio cuenta que había dos países –Inglaterra y Japón- que ya contaban con un Ministerio de la Soledad y que habían logrado demostrar que por cada euro que se invierte en prevenir esta soledad, se generaban 3 euros de ahorro para dicho país. Loco, ¿o no? Investigando más entendió que el problema no estaba en los hogares sino afuera y a mayor escala, en esa generación X (1960-1985).
Y es que era evidente la falta de herramientas que tenía ese segmento para poder conectar con otros, para hacer nuevos amigos y para mantenerse activos. En agosto de 2022 encontró a su socio que tanto buscó y partieron con el primer MVP que solo en dos meses, llegó a 500 usuarios.
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La historia de BondUp
– ¿Cómo se fue desarrollando ese primer MVP?
Partimos con un MVP súper simple, donde a través de un formulario las personas mayores se inscribían, seleccionaban sus intereses y nosotros por detrás creamos grupos de WhatsApp para conectarlos con personas de su comuna y de sus intereses. Luego ofrecíamos panoramas/talleres acorde a lo que seleccionaron. En ese proceso, que duró un poco más de 4 meses, fuimos recopilando mucha información y feedback de los usuarios para realmente desarrollar una aplicación simple y que se adaptara a lo que necesitan.
Como toda startup que está partiendo no había presupuesto para invertir en marketing, pero afortunadamente, hemos ganado diversos concursos y fondos que nos han dado una increíble visualización y posicionamiento, como «Piensa en Grande» concurso que sólo se enfoca en startups enfocadas en longevidad, donde además de ganar $15 millones (casi US$19.000), nos ayudaron a difundir BondUP en canales tradicionales. Eso nos ayudó mucho.
Estamos aprovechando que somos un proyecto con gran impacto social para que nos ayuden a dar a conocer nuestra herramienta y así poder llegar a más personas mayores.
– ¿Cuáles fueron los principales problemas que tuvieron en el proceso?
Al principio fue difícil conseguir los primeros usuarios principalmente por la desconfianza e inseguridad que existe en este segmento. Como no nos conocían, tenían miedo de ser estafados o que sea una mentira… Fuimos probando diversas estrategias, y lo que más nos resultó fue poner el logo de Corfo en todas nuestras publicaciones, de esta forma estábamos «validados» por una institución del gobierno. Eso nos ayudó a partir, pero habían personas mayores que incluso nos pedían la documentación para ver si era verdad.
Luego cuando ya empezamos a tener más volumen y a realizar actividades, fue más fácil porque teniendo el material de fotos, videos y testimonios de la experiencia y de que BondUP era real, fue más fácil empezar a conseguir nuevos usuarios.
– ¿Cómo fueron los primeros meses?
Muy difícil y lo sigue siendo, ¡pero ya se ve la luz! Tenemos a nuestro primer cliente B2B, una caja de compensación muy muy grande, quien entregará BondUp como beneficio a sus clientes mayores de 55 años. La próxima semana se dará a conocer. También estamos avanzando con un banco muy grande.
Por ahora, tenemos ingresos principalmente gracias al marketplace de talleres/panoramas, B2C.
– ¿Buscaron financiamiento? ¿dónde?
Desde un inicio nos financiamos con un Corfo ($17 millones, equivalentes a US$21.400), luego con el fondo de Piensa en Grande, con el premio de desafío emprendedor Banco Chile y un inversionista ángel que invirtió $40.000.000 (casi US$50.500), todo esto nos ha permitido poder desarrollar y lograr lo que hoy somos. Sin embargo, daremos inicio a la primera ronda oficial por $100 millones (US$ 126.095) a través de un SPV con inversionistas ángeles.
Pensamos en un momento hacer un levantamiento a través de VCs, pero la verdad es difícil valorizarse en etapa tan temprana y también ellos exigen un ingreso recurrente más importante, por lo que es conveniente esperar y aguantar lo más hasta que uno esté más firme y tengamos una valorización más importante.
– ¿Qué se viene en BondUp?
A corto plazo, es poder cerrar con al menos 5 empresas grandes B2B y llegar al menos a 60 mil usuarios este año, logrando estar presencialmente en todas las regiones de Chile. Hoy estamos en sólo 5 de forma presencial y en todas de forma online.
A largo plazo tenemos dos objetivos principales proyectando a diciembre 2023. Esperamos tener al menos 90 mil usuarios y 24 mil clientes. Y, por otro lado, en enero 2024, dar los primeros pasos de internacionalización en España, donde de la mano de un VC mexicano llamado Blakshiip junto con Startup Factory España, nos llevarán a un programa de aceleramiento para consolidar BondUP en un mercado donde el potencial es muchísimo más grande, existe menos brecha digital. Hablamos de un segmento que allá tiene un poder adquisitivo muy alto, por ende, la oportunidad es gigante.
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– A modo de cierre, ¿cuáles han sido los principales aprendizajes has sacaste de toda esta experiencia como emprendedora?
Para mí fue clave tener mentores y advisors desde el inicio de BondUP, me ayudaron infinito a no caer en los típicos errores de un emprendedor. También hablar con emprendedores, el ecosistema de emprendimiento en Chile es realmente atómico y existe una disposición increíble de ayudarse entre todos, de compartir experiencias y aprendizajes, y saber que no estás solo, que muchos o la gran mayoría pasó por las mismas etapas que uno y que son temporales. Algunos demoran más que otros, pero hablar y compartir las experiencias, aprender de otros, es clave.
Escuchar a tus usuarios y clientes porque finalmente son ellos quienes usarán y pagarán por el servicio. No hacer lo que uno cree que puede servir o que cree que se necesita, sino que hacer lo que ellos necesitan.